Un estudio de la Universidad George Washington puede que aleje a muchas personas de lugares como McDonald’s, Burger King o Pizza Hut. La comida chatarra de franquicias como las referidas no solo perjudican por el colesterol, las calorías y los carbohidratos, sino por sus químicos permanentes y tóxicos.
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Los investigadores ordenaron docenas de alimentos de las mencionadas compañías y también de sitios como Domino’s, Taco Bell y Chipotle, y encontraron ftalatos en el 80% de esos productos, informa el Daily Mail en su reporte
El ftalato es un compuesto que se utiliza para hacer que el plástico sea flexible y que también es conocido por ser un plastificante para cientos de productos, desde pisos de vinilo y envases de plástico hasta jabones y champús.
Esos químicos se han relacionado con numerosos problemas de salud, que incluyen cáncer, daño hepático, infertilidad, enfermedad de la tiroides, asma e incluso testículos más pequeños , así como discapacidades de aprendizaje, problemas de comportamiento y trastornos por déficit de atención en los niños.
Las personas están expuestas a los ftalatos al ingerir alimentos y bebidas que han estado en contacto con productos que contienen ftalatos o al respirar partículas de ese compuesto en el aire directamente, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Además, en el caso de los niños, la exposición es un riesgo porque en temprana edad gatean, toca cosas y se las llevan a la boca.
¿Cuáles son los alimentos?
Con exactitud, los investigadores eligieron de los mencionados restaurantes comida como hamburguesas, papas fritas, nuggets de pollo, burritos de pollo y pizza con queso, tomando en cuenta la participación del mercado y los considerados artículos más vendidos.
Los artículos hechos con carne tenían niveles más altos de ftalatos, mientras que las papas fritas y la pizza de queso tenían los más bajos, según los hallazgos los académicos que fueron publicados en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology.
De los alimentos que pidieron, el 81 por ciento contenía un ftalato llamado DnBP, que se ha relacionado con un mayor riesgo de asma, y el 70% contenía DEHP, que se ha relacionado con la reducción de la fertilidad y otros problemas reproductivos.
A medida que crece la preocupación por los ftalatos, se han desarrollado plastificantes alternativos y los científicos encontraron uno de esos sustitutos, llamado DEHT, en el 86 por ciento de la comida chatarra. Aún no se conoce el impacto total en la salud de estos plastificantes alternativos, dijeron los investigadores.
Las hamburguesas, nuggets y batidos podrían haber entrado en contacto con ftalatos y plastificantes de reemplazo en cualquier parte de la cadena de suministro de alimentos, dijeron los investigadores, desde el equipo de procesamiento y envasado hasta los guantes de plástico que usan los empleados.
Preocupación por los estadounidenses de bajos ingresos
La coautora Ami Zota, profesora de salud ambiental en la Universidad George Washington, explicó que el estudio genera preocupaciones por los estadounidenses de bajos ingresos y las personas de color que estén expuestas de manera desproporcionada a los ftalatos.
“Los vecindarios desfavorecidos a menudo tienen muchos establecimientos de comida rápida, pero acceso limitado a alimentos más saludables como frutas y verduras. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si las personas que viven en estos desiertos alimentarios tienen un mayor riesgo de exposición a estos productos químicos nocivos”, dijo Zota a The Washington Post.
También indicó que las mujeres adultas en general registraron niveles más altos de plastificantes utilizados en jabones, champús, cosméticos y otros productos de cuidado personal que los hombres.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por su siglas en inglés) no establece límites para los ftalatos en los alimentos según el Post, pero los niveles detectados en los 64 artículos de comida rápida estaban por debajo de los niveles aceptables actuales Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
El estudio de la George Washington es tan importante que llegó a la FDA, que le aseguró al Washington Post que considerará los hallazgos.
“Aunque la FDA tiene altos estándares de seguridad, a medida que se dispone de nueva información científica, reevaluamos nuestras evaluaciones de seguridad. Cuando la información nueva genera dudas de seguridad, la FDA puede revocar las aprobaciones de aditivos alimentarios, si la FDA ya no puede concluir que existe una certeza razonable de que el uso autorizado no daña”, expresó un portavoz de la Administración.