Julian Gagnon paseaba con su familia en el Dinosaur Hill Nature Preserve, en Rochester Hills, Estados Unidos. En media caminata, encontró algo parecido a una piedra con el tamaño de una pelota de softbol. Sin embargo, la forma no era redonda.
“Wow, es un diente de dragón”, dijo el pequeño Julian.
Su padre, Brian Gagnon, le dijo que lo lanzara a la laguna más cercana. Pero Mary, su madre, prefirió guardarlo. Su forma era similar a la de un diente grande, y decidieron llevarlo al Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan.
¡Sorpresa! Es un diente de mastodonte, una corona del molar con más de 12 mil años de antigüedad.
Julian y su familia lo donarán al museo, de acuerdo con el portal Michigan Live.
Nace un nuevo paleontólogo
El pequeño estaba preocupado por ser reconocido como el descubridor del diente, y no sabía si recibiría un millón de dólares o sería designado como presidente de Estados Unidos. “Era muy importante para él, para que lo relacionaran con los paleontólogos”, señaló su madre, Mary.
“Estas cosas son muy valiosas a largo plazo para la investigación sobre cómo vivían los animales”, afirmó Adam Rountrey, gerente de la colección del Museo de Paleontología.
“Los fósiles de mamuts y mastodontes son relativamente raros en Michigan, pero en comparación con otros lugares de los Estados Unidos, en realidad ha habido más descubrimientos”, explicó Rountrey.
En 2015, un agricultor de la localidad de Chelsea, Michigan, halló unos huesos de mamut lanudo.
Las diferencias entre mamuts y mastodontes
Mamuts y mastodontes eran parientes cercanos, pero no formaban parte de la misma especie. Se extinguieron hace 10 mil años, tras vivir desde 1.8 millones de años antes.
Los mastodontes surgieron mucho antes que los mamuts, como lo explica el portal VIX. Los primeros eran más pequeños, con piernas más cortas y cabezas más aplanadas.
Cada especie medía entre dos y cuatro metros de largo, cubiertas de un espeso pelaje largo.
Los dos eran herbívoros, pero los mamuts, portadores de una joroba especial de grasa para guardar nutrientes, tenían molares simples que les permitían comer vegetación, a diferencia de los elefantes actuales.
Los mastodontes, por su parte, contaban con molares más especializados, para destruir ramas y troncos.