La historia de la ciencia en la humanidad es conocida por muchas cosas, y los felices accidentes con sorprendentes creaciones es una de ellas. En el episodio número “sopotocientos” de esta afirmación llega una potente vacuna contra la artritis reumatoide. Un grupo de expertos norteamericanos desarrolló un antídoto prácticamente sin buscarlo. Conoce esta asombrosa historia que beneficiaría a los que padecen la dolorosa enfermedad.
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Slash Gear publica que los científicos protagonista de esta historia pertenecen a la Universidad de Toledo en Ohio, Estados Unidos. La vacuna, explican, está creada en base a una proteína que genera una repuesta inmediata en el sistema inmunológico. Además, este elemento ofrece una opción potente y duradera que protege al cuerpo del padecimiento.
Sin embargo, según el relato de los científicos, lo que estudiaban con respecto a esta proteína era algo totalmente diferente. Aunque sí veían su influencia en la artritis reumatoide, observaban si esta desencadenaba en mayor medida los síntomas.
Obviamente, como con cualquier enfermedad sin una cura 100 por ciento efectiva, los científicos intentaban comprender qué causa la artritis reumatoide. Por lo tanto, veían los efectos de la proteína que ahora es base para un posible tratamiento.
La vacuna todavía no es la cura final. Pero es al menos un paso hacia adelante con una firme esperanza para el desarrollo de un medicamento que, en principio, sería preventivo.
La proteína para tratar la artritis reumatoide
Tal y como lo publica el medio citado, la proteína en cuestión está identificada como 14-3-3 zeta. La misma estaba siendo estudiada por un equipo liderado por la Dra. Ritu Chakravarti, de la Universidad de Toledo. Veían a 14-3-3 zeta como un desencadenante, pero el uso de la edición de genes para eliminarla en animales, encontró que este elemento desarrolla artritis severa en edades más tempranas.
Dicho hallazgo hizo que los expertos trabajaran con una versión más purificada de la proteína y así encontraron una respuesta rápida, positiva, potente y duradera en los animales. En los primeros ensayos, ejecutados en animales, la artritis desapareció por completo.
“Para nuestra feliz sorpresa, la artritis reumatoide desapareció por completo en los animales que recibieron una vacuna. A veces no hay mejor manera que la serendipia. Conseguimos un resultado equivocado, pero resultó ser el mejor resultado. Ese tipo de descubrimientos científicos son muy importantes en este campo”, dijo la Dra. Chakravarti.
Además, la misma vacuna mejoró la calidad de los huesos, algo que se traduce a tratamientos preventivos para la enfermedad.