Parece no asustar a nadie por lo delgado que es, pero el puntiagudo pez aguja es uno de los peces más peligrosos del mundo, capaz de causar lesiones y hasta la muerte a los humanos.
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Esta especie piscívora, perteneciente a la familia Belonidae, tiene como principal característica su pico largo y estrecho, lleno de dientes afilados en forma de sierra. Curiosamente, no son sus dientes lo que debería preocupar a las personas.
Este pez aguja utiliza sus dientes solo para pescar peces más pequeños. En cambio, la combinación de su puntiagudo pico y una increíble velocidad para atacar podría causar, incluso, la muerte.
Según un informe del sitio web Oddity Central, los peces aguja nadan cerca de la superficie del agua y les gusta saltar obstáculos como botes en lugar de rodearlos a velocidades de hasta 60 kilómetros por hora. Como en ocasiones esos obstáculos resultan ser humanos, literalmente los apuñalan.
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Realmente, el pez aguja no es agresivo
Realmente, el pez aguja no es una especie agresiva. Su tendencia a volar fuera del agua a altas velocidades es una respuesta natural a obstáculos en su camino o a estímulos, como luces brillantes.
Si bien pueden atacar directamente a los humanos, es parte de su lanzamiento desde al agua hacia los obstáculos, en este caso las personas, además de la velocidad y su pico puntiagudo lo que lo lleve a causar lesiones.
Los pescadores nocturnos y los buzos en el océano pacífico han sufrido ataques de peces aguja que saltan hacia una fuente de luz.
Cuando apuñalan a las víctimas, los peces aguja provocan profundas heridas, a veces alojándose en las personas y agudizando el ataque.
Un riesgo aún mayor que los tiburones
Por tamaño y rango entre las especies marinas, parece insólito comparar al pez aguja con los tiburones, sin embargo, estos puntiagudos peces, en términos de peligros, representan un riesgo mayor.
Los miembros de las comunidades de las islas del pacífico pasan mucho tiempo alrededor de arrecifes poco profundos, lo que los deja vulnerables ante los peces aguja.
Docenas de informes se han comunicado sobre ataques de peces aguja que, si bien no son frecuentes, generan preocupación. En 2020, un niño de Indonesia fue atacado en el cuello. Sobrevivió gracias a la rápida reacción de sus familiares, que lo llevaron a un hospital, pero algunos casos han sido mortales.
En 2018, un pez aguja fue responsable de la muerte de un cadete de las fuerzas especiales de la Armada de Tailandia.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió en 2014, cuando un turista ruso en Vietnam casi muere a causa de un pez aguja que saltó del agua, le mordió el cuello y le dejó pedazos de dientes afilados dentro de la médula espinal, paralizándola. Este caso se consideró fuera de lo común.
Los expertos que estudian el comportamiento del pez aguja recomiendan a las personas que, si están en aguas en donde hay grupos de peces aguja cerca, lo mejor es abandonar el lugar, ya que no se puede pronosticar cuándo saltarán hacia los botes.