Los viajes tripulados hacia la Luna regresarán para el 2024. Por lo tanto, hay un inmenso esfuerzo de las agencias espaciales, como la NASA, en tener cada aspecto del viaje calculado. Sin embargo, uno de los problemas con los que los expertos deben lidiar es el regolito lunar, contraproducente para los equipos espaciales.
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En las naves, trajes de los astronautas, equipos de investigación científica o incluso en los mismos motores de los cohetes, el regolito es un material que consume y deteriora muy rápido las herramientas. Viene a ser como las sales marinas en la cubierta de un barco que no esté fabricado del material adecuado.
El regolito lunar daña durante vientos lunares, pero en donde ataca con mayor intensidad es en el aterrizaje y despegue. Entonces, un equipo científico ha desarrollado un sistema que fabrica una capa protectora hacia el tren de aterrizaje que pulveriza la alúmina e inyecta partículas de cerámica, mientras la nave desciende o despega del satélite natural.
A este sistema lo llamaron FAST y el portal New Atlas describe su trabajo como que “fabrica su propia pista de aterrizaje en la Luna”. El regolito está presente en la mayor parte de la superficie lunar; es el resultado de miles de millones de años de impactos de meteoritos sobre toda su extensión.
Los astronautas de la misión Apolo 11 sufrieron las consecuencias del regolito al ver el consumo en la textura de sus equipos mucho más rápido de lo que pensaban. El portal antes mencionado explicó que módulo de aquel entonces pesaba 15 toneladas.
Pero con los que se pretende viajar en la misión Artemis pesan al menos 60. Entonces, necesitan de mayor potencia en su llegara o despega, situación que levantará mucho más regolito.
¿Cómo funciona FAST?
Los científicos dicen que lo más lógico sería ir con lo que hay y fabricar una estación de aterrizaje de un material con mejor resistencia al regolito, para las futuras misiones. Y aunque probablemente sí ejecuten esta idea, no es necesario que se sufra en las actuales.
De acuerdo con el sitio Slash Gear, FAST hace que las partículas de cerámica de alúmina se inyecten en la pluma del cohete. Este proceso se ejecuta a medida que el módulo de aterrizaje desciende para cubrir la superficie debajo de la nave espacial. Entonces, este proceso hace que se genere una capa que convierte el regolito “en una pista de aterrizaje dura con resistencia térmica y ablación mejorada”.
Esta acción en la plataforma de aterrizaje genera una protección en el módulo durante el descenso y el despegue. Por ahora esto solo está en forma de estudio y pequeños experimentos, pero fue suficiente para que los científicos mostraran que su idea es factible para naves espaciales enormes como las que la NASA va a utilizar en la misión Artemis.