No es todo lo que puedes comer, es lo que comes. Un artículo publicado en The American Journal of Clinical Nutrition asegura que la obesidad es causada por los tipos de alimentos que consumen las personas y no por las cantidades que pueden comer.
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El estudio titulado “El modelo carbohidrato-insulina: una perspectiva fisiológica sobre la pandemia de obesidad”, explica que la obesidad no es sinónimo de comer demasiado, sino de comer mal.
Este artículo hace hincapié en la necesidad de abordar la obesidad y lograr la pérdida de peso a largo plazo, tras las últimas cifrar en Estados Unidos que indican que el 40% de los adultos tiene sobrepeso.
Menciona el modelo carbohidrato-insulina, que implica el consumo de carbohidratos de alto índice glicémico, procesados y de rápida digestión común en las dietas modernas.
El reporte de Slash Gear que cita el estudio indica que estos carbohidratos altamente procesados hacen que el cuerpo produzca la hormona de la insulina, que a su vez suprime la secreción de glucagón. Este cambio hormonal hace que las células grasas del cuerpo almacenen más calorías y dejando menos calorías disponibles para alimentar los músculos.
Lo anterior afecta directamente al cerebro, que aumenta la sensación de hambre a medida que percibe la falta de energía disponible para los tejidos metabólicamente activos.
Comer en exceso carbohidratos sí genera obesidad
Comerse un kilo de lechuga no tendrá el mismo efecto que consumir un kilo de espaguetis, por lo que no hay que confundir lo que esta teoría explica cuando habla de que las cantidades no generan obesidad.
Las grandes cantidades de carbohidratos sí pueden llevar a una persona a sufrir de obesidad, por la acumulación de calorías y el aumento de la sensación de hambre, que se resume en ‘eat and repeat’.
El proceso hormonal que generan los carbohidratos procesados ralentiza el metabolismo como una forma de conservar lo que percibe como cantidades limitadas de energía, y por lo tanto, lo que hace que alguien entre en un ciclo de hambre, coma en exceso y aumente de peso.
Modelo energético vs. Modelo carbohidratos-insulina
El estudio señala fallas fundamentales en el modelo de balance energético —que establece que el aumento de peso se debe al consumo de más energía de la que gastamos—, argumentando que el modelo carbohidrato-insulina explica mejor la obesidad y el aumento de peso.
Según el autor principal, el doctor David Ludwig, endocrinólogo del Boston Children’s Hospital y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, el modelo de balance energético no ayuda a comprender las causas biológicas del aumento de peso.
“Durante un período de crecimiento acelerado, por ejemplo, los adolescentes pueden aumentar ingesta de alimentos en 1.000 calorías al día. Pero, ¿comer en exceso causa el estirón o el estirón hace que el adolescente tenga hambre y coma en exceso?”, reflexiona el especialista.
En contraste con el modelo de balance energético, el modelo de carbohidratos-insulina insiste en que comer en exceso no es la principal causa de la obesidad. Atribuye gran parte de la culpa de la actual epidemia de obesidad a los patrones dietéticos modernos caracterizados por el consumo excesivo de alimentos con una alta carga glicémica, como los carbohidratos procesados.