Los músculos son uno de los tejidos más importantes que tenemos, junto con los huesos, nos dan la capacidad de movernos.
Incluso aunque lleves una vida más sedentaria, hay unos músculos de tu cuerpo que siempre están trabajando: los del miocardio, que hacen que tu corazón funcione y también los músculos lisos de tu aparato digestivo.
Por supuesto que incluso si te mueves poco, sabes que tus músculos están ahí para cosas tan simples como sentarte en una silla y levantar con tu mano el celular que dejaste en la mesa, para después con tu dedo revisar los mensajes que no has leído.
También quizá tengas claro que cuando no tienes mucha actividad física, vas perdiendo masa muscular, y que si quieres tener músculos más fuertes debes hacer ejercicio.
La experiencia nos da muchos ejemplos de que eso es cierto pero, hasta hace poco, no se conocía el mecanismo biofísico por el que nuestro cuerpo construye más músculos.
Músculos bajo presión
“Sorprendentemente, no se sabe mucho sobre por qué o cómo el ejercicio fortalece los músculos: hay mucho conocimiento anecdótico y sabiduría adquirida, pero muy poca información sólida o comprobada”.
Esto es lo que dice el profesor Eugene Terentjev del Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge, que junto con su colega Neil Ibata, publicó recientemente un artículo que busca dar luz sobre ese misterio científico. Y que de paso ayudará a que nos ejercitemos mejor.
Aunque en general podemos pensar que los tejidos del cuerpo se reponen continuamente, pero eso no quiere decir que se produzcan más de los que había, al menos no cuando somos adultos. Algo que sí pasa con los músculos bajo ciertas condiciones.
Se ha planteado la hipótesis de que los tejidos musculares aumentan bajo la presión del ejercicio, pues sufren pequeños deterioros que al repararse incrementan la cantidad de células.
Sin embargo, esta aproximación no explica por qué ciertos tipos de ejercicio son efectivos para aumentar la masa muscular y otros no. O por qué bajo ciertas condiciones perdemos músculos.
Ejercicio científico
Los músculos están hechos de filamentos individuales diminutos de apenas 2 micrómetros de largo, es decir 2 milésimas de milímetro, algo mucho más pequeño que una célula.
Sabiendo esto, los autores del modelo de crecimiento muscular, consideraron que la respuesta para esta incógnita debía estar en el nivel molecular, más que en el celular.
En su modelo tomaron en cuenta a la titina, una proteína presente en las fibras musculares, que da señales químicas relacionadas con el crecimiento de los músculos.
De estudios experimentales se tiene información sobre que las moléculas de titina, que es la proteína más grande que se conoce, cambian su estructura cuando los músculos se contraen o relajan. Tal como sucede en secuencias de ejercicio.
Estas secuencias de movimiento en las moléculas de titina, ocurren cuando se hacen ejercicios de resistencia. Y son las que hacen que se desencadenen otras reacciones bioquímicas, que dan la indicación de que se generen más fibras musculares.
En su modelo incluyeron también datos sobre qué tipo de movimientos y con qué carga de peso se podrían obtener las señales óptimas que le indiquen al cuerpo que haga más músculos.
Con lo que concluyeron que con poca carga, la titina no emite esas señales. Mientras que demasiada carga de peso en los ejercicios, hace que los músculos se agoten rápido y no se logre el objetivo.
La idea de los investigadores es que su modelo pudiera comercializarse en forma de una app, lo que beneficiaría sin duda a los atletas profesionales o de alto rendimiento. Pero sin duda podría ser usado por todas las personas que se ejercitan para estar más saludables.