Entre las millones de especies que hay en el amplísimo reino animal, hay una que sin dudas es la más parecida a los humanos: los primates. Un viejo adagio dice que «venimos de los monos». Y aunque se comprobó con hechos científicos no es así, ambas especies comparten un ancestro en común. Entonces, el parecido es inobjetable.
Gracias a ese tipo de investigaciones se ha conocido más de los monos y también más de los humanos. Asimismo, se han detallado las similitudes y diferencias entre los homo sapiens y los primates. Entonces, si pensabas que se sabía todo sobre ellos, por todos los años que se han investigado, un grupo de científicos ha encontrado una nueva característica.
Según encontraron investigadores de la Universidad de Durham, los monos usan señales de saludos y despedidas para iniciar o terminar un encuentro. Es como si dijeran «hola» o «adiós», expresaron los científicos. Asimismo, detallan que este comportamiento de interacción social entre ellos, no se había registrado nunca. De hecho, no lo tiene, hasta ahora, ninguna otra especie aparte de los humanos y ahora los monos.
Los simios en los que se apreció esta interacción fueron los chimpancés y los bonobos. De hecho, con esta última especie particular, los profesionales encontraron que, entre amigos, los simios se mostraban más relajados que con otros ejemplares. Este comportamiento es muy típico de los seres humanos.
Los monos analizados
Reseña Daily Mail que a esta característica, propia de los humanos y ahora también en los monos, de interactuar entre ambos, se le conoce cómo «compromiso conjunto». Expresa la autora del estudio, que gracias a esta particularidad los humanos hemos logrado grandes hitos en la historia.
«Pudimos lanzar cohetes y aterrizar en la luna porque tenemos la capacidad de compartir nuestras intenciones». sostiene Raphaela Heesen de la Universidad de Durham. Raphaela es además experta en cognición, y por eso su profundo análisis sobre el comportamiento de los simios.
Heensen añade que este «compromiso conjunto» «nos permite lograr cosas mucho más grandes que las que una sola persona puede lograr por sí sola. Se ha sugerido que está en el corazón de la naturaleza humana», dijo.
De esta manera, según los análisis de los bonobos, estas interacciones se hicieron presentes cuando se disponían a reanudar una actividad que anteriormente estaban realizando entre ambos. Por lo tanto, fue como una especie de «seguimos», hubo respuesta afirmativa y continuaron en la tarea.
Entre los gestos con los que los monos interactuaron, los científicos encontraron que hubo cruce de miradas, tomarse de la mano, tocarse en partes superiores del cuerpo o simplemente darse cabezazos.