Johnson & Johnson anunció que su vacuna inmuniza por más de 8 meses contra el coronavirus, además de proteger frente a la peligrosa variante Delta.
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En un comunicado, la empresa norteamericana validó los resultados tras investigaciones realizadas en los últimos ocho meses.
“Los estudios recientemente anunciados hoy refuerzan la capacidad de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson para ayudar a proteger la salud de las personas en todo el mundo”. Son palabras de Paul Stoffels, vicepresidente del Comité Ejecutivo y director científico de la compañía.
“Creemos que nuestra vacuna ofrece una protección duradera contra el COVID-19 y provoca una actividad neutralizante contra la variante Delta”, subrayó. “Esto se suma al sólido cuerpo de datos clínicos que respaldan la capacidad de nuestra vacuna de un solo disparo para proteger contra múltiples variantes de preocupación”.
La variante Delta del coronavirus, originaria de la India, es la más agresiva entre todas, acelerando el contagio.
“Una sola dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson &Johnson generó anticuerpos neutralizantes contra una gama de variantes preocupantes del SARS-CoV-2”, apuntó la compañía en su comunicado.
Incluyen:
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- La variante delta (B.1.617.2) “cada vez más prevalente y más transmisible”.
- Beta (B.1.351) “parcialmente resistente a la neutralización”.
- Las variantes Gamma (P.1), Alpha (B.1.1.7), Epsilon (B.1.429), Kappa (B.1.617.1) y D614G.
- Y la cepa original SARS-CoV-2.
La duración de la vacuna de Johnson & Johnson
Johnson & Johnson recalcó que una dosis de la vacuna genera una respuesta de anticuerpos duradera. También células inmunes por, al menos, ocho meses: son las llamadas células T.
“Los datos actuales de los ocho meses estudiados hasta ahora muestran que la vacuna genera una fuerte respuesta de anticuerpos neutralizantes que no disminuye, más bien, observamos una mejora con el tiempo”, indicó el doctor Mathai Mammen, ejecutivo de J&J.
“Además, observamos una respuesta inmune celular persistente y particularmente robusta y duradera”.
“Nuestra vacuna contra el COVID-19 de una sola dosis juega un papel crítico para poner fin a la pandemia. Esta continúa evolucionando y planteando nuevos desafíos para la salud mundial”.
¿De qué está hecha la vacuna?
La vacuna Johnson y Johnson, como las de AstraZeneca, Cansino y el Instituto Gamaleya, están hechas con el vector viral. “Los científicos desactivaron un virus de resfrío humano llamado Ad26 (adenovirus 26). Por ese motivo, el virus no puede replicarse dentro de la persona ni causar enfermedad”, apunta la CNN.
“Debemos recordar que la vacuna de J&J es una vacuna altamente efectiva que se ha recomendado con mucha claridad y ha recibido una autorización de uso de emergencia”.
Mientras, las de Pfizer – BioNTech y Moderna tiene su base en ARNm, Ácido Ribonucleico mensajero. Este enseña a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de ella.
La proteína desencadena una respuesta inmunitaria en nuestro organismo. Así lo explica el protocolo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos.
Los CDC explicaron que existe una “relación causal plausible entre la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson y un efecto secundario adverso poco común y grave”. Estos son los coágulos sanguíneos con plaquetas bajas (síndrome de trombosis-trombocitopenia).
El índice de prevalencia del efecto secundario es de 7 personas por cada 1 millón de mujeres vacunadas de entre 18 y 49 años de edad. En el caso de las mujeres de 50 años de edad o más y los hombres de todas las edades, este evento adverso es incluso menos frecuente.