Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aproximadamente unas 690 millones de personas en el mundo sufren de hambre. Eso equivale a un 8.9 por ciento de la población de todo el planeta. Hay un objetivo de «hambre cero» para el 2030 y con las tendencias de aumento en los últimos años dicha meta está lejos de ser alcanzada. Sin embargo, hay científicos que siguen adelante y trabajan en proyectos que suman un granito de arena para cumplir este propósito. Como el grupo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que desarrollaron unas semillas que retienen agua y son resistentes a las sequías.
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Y con este primer concepto que se menciona de las semillas que desarrollaron los científicos del MIT, se atacan dos problemas al mismo tiempo. En primer lugar, como ya se mencionó, está el tema del hambre a nivel mundial. La creación de estos granos equivale a plantaciones y generación de mayor volumen de alimentos durante épocas secas.
En segundo lugar, también le encuentra una solución al tema del calentamiento global. El aumento de las temperaturas en el planeta hace que las épocas de sequías, se extienda en algunas regiones por más tiempo. Por supuesto, esto repercute directamente en las plantaciones, que necesitan del agua como elemento fundamental para cosechar. Además, según lo reseña Slash Gear, las semillas también podrían funcionar en regiones que ya de por sí son áridas, pero ventosas.
Explican en el portal citado, que el desarrollo de los expertos del MIT protegen a las semillas del estrés que se genera por la falta de agua durante el proceso de germinación. Pero además, ofrece a las plantas nutrición adicional.
Las semillas ya se prueban en Marruecos
Asimismo, en el portal del MIT expresan que este proyecto ya se encuentra en marcha con las primeras pruebas exitosas en Marruecos. No es algo nuevo, el proyecto tiene varios años en proceso y esta versión que ahora informan es la que funcionó de manera óptima.
«Queríamos hacer un recubrimiento específico para combatir la sequía. Porque existe una clara evidencia de que el cambio climático va a impactar en la cuenca del área mediterránea», dijo Benedetto Marelli, profesor de ingeniería civil y ambiental del MIT.
«Necesitamos desarrollar nuevas tecnologías que puedan ayudar a mitigar estos cambios en los patrones climáticos que van a hacer que haya menos agua disponible a la agricultura», añadió el profesor Marelli.
El desarrollo de esta creación está inspirado en los recubrimientos naturales presentes en otras semillas como la chía y la albahaca. Como se viene diciendo, prácticamente está diseñado para evitar que las semillas se sequen. Entonces, bajo este concepto, es capaz de proporcionar una «capa similar a un gel que retiene tenazmente la humedad que llega y envuelve la semilla con ella», se lee en la reseña del MIT.