Qué todos quieran dar una probada del Super Mario Bros que Nintendo popularizó a mediados de la década de 1980 no es una sorpresa. Lo que sí asombra es que lo haga una mano robótica diseñada por ingenieros de la Universidad de Maryland.
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Esta reciente invención impacta de forma positiva en los curiosos de la ciencia, tecnología, robótica y la comunidad gamer. Obviamente el objetivo no es que el dispositivo aprenda a jugar videojuegos. Con esto, sus desarrolladores demuestran lo que son capaces de alcanzar con esta nueva modalidad a la que llaman «Soft Robots» o en español: robots suaves.
De acuerdo a una publicación de CNet, los robots suaves implican, entre otras cosas, un mecanismos extremadamente flexible. Mismo que además podrían ser inflables y funcionan con fluidos simples como el agua o también podrían trabajar con aire. Lo cierto es que todas estas características sustituyen a la electricidad, como eje principal de energía.
La mano robótica fue diseñada y fabricada por un equipo de la Universidad de Maryland, dirigido por Ryan D. Sochol, profesor asistente de ingeniería mecánica. El grupo logró imprimir en 3D las piezas de la mano ensambladas en su totalidad con circuitos fluídicos integrados de una sola vez.
Una mano robótica integral
Al nombrar el término circuitos fluídicos integrados los ingenieros se refieren a que este sistema permite que la mano robótica responda a la fuerza de una única presión de control, reseña el portal citado. Para poder lograr esta practicidad usaron algo llamado PolyJet 3D Printing. Se trata de una impresión en capas que agrupa otras muchas capas de material cuando se trabaja en 3D. Y además de sumar la impresionante funcionalidad, le añadió el valor de que ahorró tiempo en la manufactura.
«Anteriormente, cada dedo de una mano robótica blanda normalmente necesitaría su propia línea de control, lo que puede limitar la portabilidad y la utilidad. Pero al imprimir en 3D la suave mano robótica con nuestros ‘transistores fluídicos’ integrados, puede jugar a Nintendo basándose en una sola entrada de presión», dijo Joshua Hubbard coautor de esta maravillosa obra de arte.
El programa que diseñó el equipo para que la mano robótica pudiera jugar, emitía tres niveles de presión: alto, medio y suave. Entonces cada uno estaba destinado a cada botón del control de Nintendo. Uno hacía que Mario fuera hacia adelante, y los otros dos con los antiguos botones A y B. Finalmente, cuando ejecutaron la prueba lograron que superara el primer nivel en solo 90 segundos.
La Universidad de Maryland publica un video en su canal de YouTube para demostrar la forma en la que desarrollaron el aparato.