Misterio de misterios. Jackson Palmer, el padre de Dogecoin, no entiende cómo la criptomoneda se mantiene activa. Y más aún, está en contra no solo de su uso, sino de cualquiera de ellas.
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Lo que comenzó como una broma, ha terminado siendo una de las actividades económicas más rentables del mundo. Algunos dirán que es una burbuja, pero la realidad es que, hoy por hoy, la capitalización de mercado de Dogecoin alcanza los 24 mil millones de dólares.
Palmer creó Dogecoin en 2013, partiendo del meme del perro Shiba Inu, de raza japonesa. Aunque se desligó de la moneda virtual en 2015, ésta no ha hecho más que crecer y crecer.
Y a Palmer le preocupa. Por eso la ataca, a ella y a cualquiera, incluyendo Bitcoin.
Esto piensa Palmer sobre Dogecoin y las otras criptomonedas
Luego de mucho tiempo en silencio, el australiano reflexionó en su cuenta de Twitter acerca de las criptomonedas.
“Luego de estudiarlas por años, creo que las criptomonedas son una tecnología hipercapitalista, inherentemente de derecha”, considera Palmer. “(Fueron) construidas para amplificar la riqueza de sus defensores a través de la combinación de evasión fiscal, poca supervisión regulatoria y escasez impuesta artificialmente”.
“Pese a su afirmada ‘descentralización’, la industria está controlada por un poderoso cartel de ricos que, con el tiempo, han incorporado a muchas de las instituciones del sistema financiero que pretendían reemplazar”, recalcó.
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Sigue el australiano con sus observaciones sobre las criptomonedas.
“Las criptomonedas son como tomar las peores partes del sistema capitalista —corrupción, fraude y desigualdad— y usar software para limitar el intervencionismo —auditorías, regulación, impuestos— que protege a las personas medias”.
“Si pierdes tu contraseña, es tu culpa; si caes en una estafa, es tu culpa”, subraya. “Si un multimillonario manipula el mercado, se le considera un genio. Este es el tipo de capitalismo que las criptomonedas han facilitado desde su concepción”.
“Aplaudo a quienes siguen haciendo preguntas y manifestando el escepticismo del que toda la tecnología debe ser objeto”, cierra el australiano. “La nueva tecnología puede hacer del mundo un lugar mejor, pero no cuando se desvincula de sus consecuencias políticas o sociales”.
Las valiosas reflexiones de Palmer en 2018 sobre los orígenes de Dogecoin
En 2018, Palmer escribió en Vice acerca de los orígenes de la criptomoneda que creó. Decía que la visión parecía ser clara: darle a la gente una alternativa peer-to-peer al efectivo. Se había perdido confianza en él luego de la crisis económica de 2008. Y, como una forma de rebelión, nacieron las criptomonedas.
“Esperaba que, a través del poder de la comunidad, un proyecto como Dogecoin pudiera ayudar a impulsar una mayor conciencia e innovación en esa tecnología”, decía en aquel entonces.
“Sin embargo, como aprendí rápidamente, una comunidad apasionada de personas que tiran dinero es como sangre en el agua para los estafadores y oportunistas, similares a los tiburones que, a finales de 2014, entraron a la comunidad Dogecoin y desplumaron a sus miembros por millones de dólares”.
Para leer este texto de 2018 escrito por Palmer para Vice, te dejamos el link. Es una reflexión muy valiosa sobre sus motivos para apartarse de las criptomonedas.