El 7 de julio es el Día Mundial del Cacao, aunque también se le reconoce como Día Mundial del Chocolate.
Pero si buscamos más, encontraremos que también el 13 de septiembre es otro día que se celebra el chocolate, así como el 28 de octubre.
Esto es así, quizá porque no basta un solo día para celebrar a este delicioso alimento: de hecho, muchos de nosotros seguro estaríamos de acuerdo en que deberíamos festejar su existencia todos los días.
El cacao es un “súper alimento” porque sus semillas, además de un alto contenido de grasa -que le da su consistencia cremosa al chocolate-, tienen nutrientes importantes.
Comer chocolate proporciona micronutrientes como hierro, cobre y manganeso, y flavonoides: sustancias que han demostrado ser benéficas por su actividad antioxidante.
Cacao, cocoa, chocolate, ¿cuál es la diferencia?
Aunque todas estas cosas tienen relación, no son lo mismo: el cacao es la planta Theobroma cacao, de donde se obtienen las semillas con las que se produce el chocolate, ¿y la cocoa?
La historia detrás del término cocoa tiene que ver con una serie de confusiones lingüísticas, pues se piensa que vino de un malentendido de la palabra cacao, hecho por algunos angloparlantes.
Así, en muchos países de habla inglesa la palabra cocoa, se usa para referirse de manera indistinta a la planta y semillas del cacao.
Pero en los países de habla hispana sobre todo se considera que la cocoa es derivado del cacao: en general se le llama así al polvo que se obtiene de procesar las semillas.
El chocolate es un alimento fermentado
La fermentación es un proceso importante en la producción de varios alimentos: los quesos, las bebidas alcohólicas, pero también lo es para el chocolate.
El primer paso en su producción es fermentar las semillas de cacao al menos una semana.
Esto quiere decir dejarlas a la intemperie a altas temperaturas que favorezcan el crecimiento de bacterias y levaduras.
Aunque no suene muy apetitoso, esas reacciones bioquímicas de los microorganismos fermentadores, son responsables de los sabores característicos del chocolate.
Estimula el sistema nervioso
Cuando sabemos que las semillas de cacao, al igual que los granos de café, tienen cafeína, podríamos entender esto, pero además no es el único alcaloide estimulante que contiene el chocolate.
La teobromina es un compuesto con una estructura muy parecida a la cafeína y también tiene una actividad biológica en el sistema nervioso, que nos hace sentir alertas y concentrados.
Los perros y los gatos no deben comerlo nunca
La teobromina en dosis altas puede causar intoxicación en seres humanos: que se manifiesta con inquietud, pulso acelerado y vómitos.
Pero afortunadamente en dosis normales como las que consumimos todos los días eso no sucede, porque nuestro organismo metaboliza rápidamente esas sustancias.
Sin embargo los perros y los gatos tienen un metabolismo muy lento de la teobromina, así que incluso en pequeñas cantidades les afecta.
Un proceso fisicoquímico lo hace perfecto
De la vista nace el amor, y eso también es cierto con el chocolate: la apariencia suave y brillante que tiene una hermosa barra de chocolate, también la hace más apetitosa.
Esto se logra con el templado: un proceso en el que sube y baja la temperatura del chocolate de forma controlada.
Si dejamos enfriar el chocolate sin ningún control la manteca de cacao cristaliza de forma irregular lo que resulta en una barra de chocolate opaca.
No solo eso, sino que además carece de la deliciosa textura aterciopelada que tiene el chocolate templado al comerlo.
Así que hoy, o cualquier día, no duden que la mejor forma de celebrar al cacao, será comiendo un poco de chocolate.