La energía eléctrica es imprescindible para la mayoría de las actividades que en la actualidad se desarrollan en el planeta. Y aunque hay muchas formas de generarla, históricamente la humanidad elige la más dañina para el planeta; la que consume más recursos no renovables. Es por eso que proyectos energéticos, como el de la startup chilena llamada CleanLight, triunfan en el mundo. Esta empresa ofrece energía móvil en lugares de accesos extremadamente limitados, a través de unas torres solares.
Fundada por el chileno Jordan Butler, el desarrollo de CleanLight es innovador e inédito. Abarata costos y lo hace a expensas de recursos renovables y no contaminantes. Inició hace aproximadamente tres años en Chile, con una mínima inversión, para su magnitud, de CLP $ 5 millones. Ahora, cambió de divisas y se cotiza en el mercado de los Estados Unidos, que lo espera más temprano que tarde. Expertos norteamericanos valoraron la empresa en USD $ 20 millones.
En cuestiones de crecimiento y solidez económica, CleanLight se convirtió en una de las startups que logró levantar el mayor monto de capital en una ronda «semilla». Con innovación, tecnología y convicción, Butler logró ofrecer continuidad energética a grandes industrias y facilitar el acceso a energía limpia a nivel residencial, con soluciones móviles de energía solar.
Además, la startup chilena rompió el paradigma de las torres y generadores de energía tradicionales que, por mucho tiempo, fueron la única solución para las grandes empresas, según lo expresa la misma compañía en un comunicado. Hoy, con soluciones solares seguras y no contaminantes, la empresa proyecta convertirse en unicornio. Con este término se le conoce a las empresas que superan una valoración de USD $ 1.000 millones. Aparte lo haría en apenas tres años de funcionamiento.
Las ventas de CleanLight en tres años de existencia
«En nuestro primer año, alcanzamos cerca de un millón de dólares en ventas, gracias a la convicción de todo el equipo. Al segundo, duplicamos la facturación superando los US$2,3 millones. El año pasado, fuimos seleccionados por una de las aceleradoras más importantes de Estados Unidos, que valoró a CleanLight en más de US$20 millones», relató el fundador de la startup, Jordan Butler.
Técnicamente la empresa está calificada como una startup de tecnología y hardware. Sin embargo, la ubican en el apartado de Cleantech. Con esto se refieren a que desarrolla productos físicos, de base tecnológica, que solucionan necesidades de generación limpia de energía.
Una de los grandes logros de CleanLight en el mundo de los servicios de energía, es que garantiza la continuidad operacional de las empresas. No importan si están en el medio del desierto sin una sola conexión. Las torres solares móviles generarán iluminación, comunicación y vigilancia.
De igual forma, el desarrollo también triunfa en el uso doméstico, pues fabricaron un pequeño generador al que llamaron Solbox. Este es un pequeño equipo plug&play que se conecta muy fácilmente en cualquier lugar, ofreciendo energía 100% renovable, a precio de retail.
«Hay faenas mineras en el norte, que manejan de forma remota los camiones mineros desde Santiago, gracias a la conectividad que ofrecen las torres móviles solares de comunicación de Cleanlight. Por eso, confiamos en nuestra próxima apertura comercial en Estados Unidos y en nuestra expansión a Latinoamérica», sostiene Jordan Butler.
La banca tradicional no financia empresas con menos de tres años de antigüedad. Pero Jordan y su equipo -que completan David Márquez, Camila Svec y José Godoy- lograron crecer solo con inteligencia financiera, sin levantar capital, con productos que son prioritarios de cara al cambio climático, especialmente, a nivel industrial, cerraron los representantes de la empresa en su comunicado.