El cometa 46P/Wirtanen, conocido popularmente como Navidad, hizo su último acercamiento a la Tierra en el 2018. Ese momento fue ideal para que los astrónomos lo observaran y además estudiaran. Por lo tanto, tres años después de los análisis han llegado a la conclusión que registra altos niveles de alcohol. Si bien este es un elemento presente en los cometas, la cantidad elevada es lo que tiene a los científicos extrañados sobre este fenómeno.
PUBLICIDAD
El cometa navidad, como todo cuerpo rocoso de este sistema, orbita al Sol. Tarda aproximadamente 5.4 años en dar una vuelta y en su recorrido entra y sale de nuestro sistema solar. En ocasiones modifica un poco su ruta y es entonces cuando hace estos acercamientos a la Tierra como el del 2018, cuando estuvo a 11.4 millones de kilómetros aproximadamente.
Reseña el portal Daily Mail que el reciente estudio se hizo con datos que capturó el Observatorio WM Keck en Maunakea, en Hawái. Los cometas tienen una particularidad que los hace especiales para los científicos que los quieren estudiar. Se trata de que son de los objetos más antiguos en nuestra región del universo. Ubican su formación en el sistema solar temprano, donde podría posarse el cometa Navidad.
Entonces, encontrar registros elevados de alcohol en su formación rocosa hace que los científicos entiendan un poco más sobre la distribución de «las moléculas de carbono, oxígeno e hidrógeno en el sistema solar temprano», explica el sitio web del Daliy Mirror.
«46P/Wirtanen tiene una de las proporciones de alcohol a aldehído más altas medidas en cualquier cometa hasta la fecha», expresó Neil Dello Russo, coautor del estudio del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
Al alcohol del cometa Navidad
Los científicos detrás del estudio explican que el alcohol es normal en los cometas, al igual que otros elementos químicos como el metanol no potable o el etanol. Sin embargo, la cantidad que apreciaron es lo extraño. Asimismo, detallan que todavía no pueden explicar las razones de estos inusuales niveles. Pero están investigando para poder ofrecer una explicación con sentido.
Hay, además, otro proceso del cometa Navidad que ocurre más allá de la radiación solar. La roca se calienta extremadamente hasta que su hielo se convierte en gas. Entonces, por esto es que deja la cola de luz que se ha notado en observaciones previas.
PUBLICIDAD
«Estudios de cometas como este son emocionantes porque sirven como plataforma de lanzamiento para responder a la pregunta del millón de dólares: ¿estamos solos?», explica Greg Doppmann, astrónomo de planta y científico de instrumentos NIRSPEC en el Observatorio Keck.
Y añade: «Los compuestos orgánicos de los cometas nos dicen qué ingredientes formaron nuestro sistema solar y sirvieron como precursores de la vida. Entonces podemos buscar estas mismas moléculas prebióticas en otros sistemas planetarios, lo que abre una puerta emocionante a la posibilidad muy real de encontrar vida microbiana más allá de la Tierra, no en la vida de nuestros hijos, sino en nuestra propia vida».
