Un interesante estudio realizado por astrónomos y especialistas del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, encontraron unos 100 agujeros negros supermasivos orbitando sobre la Vía Láctea. Dichos pasadizos están en un cúmulo estelar al que identifican como Palomar 5. Y además, según los cálculos que sacaron son unas 20 veces más masivos que nuestro Sol.
Eso no quiere decir que haya una especie de peligro para nuestro sistema solar. De hecho, este cúmulo estelar de agujeros negros está a unos 80.000 años luz de la Tierra. Entonces, el objetivo e importancia de este hallazgo ayuda a comprender el comportamiento de algunas corrientes estelares, según lo reseña Daily Mail.
Las estrellas masivas que están dentro de Palomar 5 tienen aproximadamente unos 10.000 millones de años. Y debido a la cantidad de cuerpos celestes que están en el cúmulo, no debería tener tantos agujeros negros. De hecho, el cálculo de los expertos de la casa de estudios española, indica que tiene tres veces más agujeros de gusano de lo que se espera en estas regiones.
Una situación inusual que desean investigar los astrónomos es la especie de marea de corriente que se arrastra por el cúmulo. Dicen que es una banda delgada y que podría estar siendo generada por los mismos agujeros negros. Dicho fenómeno podría estar causando la inusual evacuación masiva de estrellas que hacen crecer la cantidad de materia del cúmulo.
Un cúmulo de agujeros negros
La corriente de estrellas, en su recorrido orbital, se extiende hacia afuera del mismo cúmulo, por la parte de adelante y la de atrás. Además alarga su trayectoria hasta unos 13.000 años luz. Comprender la manera en la que se forman y también se mantienen operando estas corrientes de marea fue el principal objetivo de los investigadores.
Mark Gieles, del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, dice que «una idea es que son cúmulos estelares interrumpidos». Pero ninguna de las corrientes que han estudiado anteriormente operan como cúmulos de estrellas asociados. Entonces, se fueron detalle a detalle, estudiando cada sistema solar como conjunto asociado.
Este trabajo se hizo bajo simulación de cada una de las órbitas y evolución de cada estrella dentro del cúmulo hasta que llegó a su muerte o explosión a supernova.
Gracias a esta simulación encontraron que Palomar 5 se formó, en sus inicios, con un menor número de estrellas en su territorio. Sin embargo, a lo largo de su vida han existido estrellas que lograron escapar de forma eficiente y se alejaron de los agujeros negros.
Y es cierto que con la simulación encontraron las estrellas que escaparon de los pasadizos, pero también las que implosionaron y se convirtieron en agujeros negros. En consecuencia, el cúmulo tiene aproximadamente un 20 por ciento de su masa total, formada por agujeros de gusano.
El fenómeno en sí colabora también para que el cúmulo sea más abultado que otros estudiados. Y su gran cantidad de supernovas es lo que haría que escapen más estrellas, justo antes de que se complete el proceso de disolución.