Juan Manuel Guzmán es la voz de Rick Sánchez en Rick y Morty, la popular serie de Adult Swim – Cartoon Network, disponible en Netflix. Venezolano, caraqueño para más señas, el actor de doblaje con más de 30 años de carrera disfruta como un niño cada vez que lo interpreta.
Además de Rick Sánchez, Guzmán también le da voz en castellano a Rick Harrison, de El Precio de la Historia. En su currículo se encuentran los doblajes de actores legendarios como Robert De Niro, Al Pacino, Jack Nicholson y Kevin Spacey.
En FayerWayer conversamos con Guzmán sobre su carrera, su presente y sus planes futuros, en el mes de estreno de la quinta temporada de Rick y Morty.
—¿Cuáles son sus orígenes? ¿Cómo nació esta pasión por la actuación y el doblaje?
—Desde pequeño me llamó la atención hacer voces, juguetear con ellas. Uno, cuando está pequeño, no se da cuenta lo que significa eso y cómo lo logra. Siempre me gustaba hacerlo. Le bajaba el volumen a la tele cuando la veía con mis hermanos y me ponía a hacer voces, y por supuesto, los fastidiaba.
Luego, cuando crecí, en la primara, me llamaban para recitar las poesías, cantar, y a mí me encantaba. Cuando terminé mi bachillerato, la escuela secundaria, empecé a estudiar actuación en una escuela de teatro. Luego de recibirme empecé a trabajar como actor en algunas obras, pero hasta ese momento no tenía idea de lo que era el doblaje de voces. Buscando una entrada fija de dinero un día un amigo me recomendó ir a una productora de doblaje, se llamaba Etcétera.
Yo ni siquiera sabía cómo era, sabía que estaban buscando técnicos de audios, no actores. Yo me fui, aunque nunca había sido técnico de audio, y entré a trabajar. Estando allí adentro vi que todo lo que estaba allí era lo que quería hacer, que era mi pasión, pero como actor. Pedí que me hicieran pruebas, hasta que me dieron la oportunidad. Desde entonces trabajé en el staff de actores. Durante un tiempo hice las dos cosas, como técnico de audio y como actor. Así comencé con los doblajes.
—¿Cómo influyó su familia en su carrera?
—Mi papá fue actor de teatro, hizo cine en una época, y creo que de allí puede venir, aunque no tuve mucha relación con él en vida. Mi mamá siempre me apoyó en todas las cosas que quería hacer. Eso fue bien, bien importante.
—¿Cuáles fueron sus primeros trabajos como actor de doblaje?
—Comencé haciendo figurantes, rellenos, hombre uno, hombre dos. Hasta que llegó mi primer personaje, en una novela brasileña llamada Tieta. El personaje se llamaba Jarrón de Flor.Hablaba muy poco, pero me gustaba, porque me dieron un personaje que salía en todos los capítulos. Eso significaba que yo tenía algún talento y podía hacerlo bien. Mi primer personaje grande llegó en el 92, cuando en Venezuela se hacía mucha programación de Warner. Había un cómic de Steven Spielberg, los Tiny Toons. Allí hice de Hamton, el cerdito. Quedé seleccionado por el propio Steven Spielberg. Ese fue mi primer gran personaje para América Latina, Hamton, el cerdito en los Tiny Toons.
—¿Por qué Venezuela ha sido uno de los países referentes en Latinoamérica en el área del doblaje?
—Yo creo que tiene que ver un poco con la posición geográfica de Venezuela, el hecho de que fácilmente, aún cuando no eran tiempos digitales, era bastante fácil enviar material para ser doblado en el país. Creo que tenemos, sin faltar a la modestia, bastante talento en actuación. Tenemos también una buena ventaja por el acento neutro, nos funciona bastante bien. Creo que esas son las tres grandes características. La economía del país en su momento, no la de ahora, pero a finales de los 80, la década de los 90, principios del 2000, permitía a la gente vivir del doblaje. La gente quería hacerlo. Los clientes no tenían temor de mirar a nuestro país. Eso fue importante para que Venezuela se hiciera fuerte en el mercado del doblaje.
—¿Cómo se prepara para las actuaciones, el antes y durante del doblaje?
—El doblaje es un arte, ciertamente. Es una forma de actuación. Pero es muy distinto al actor de televisión, teatro o cine: a ellos se les asigna el personaje, tienen oportunidad de construir ese personaje, le van entregando los libretos con anticipación, tienen tiempo para aprenderlo y revisarlo… en el doblaje no es así. Te hacen una cita para grabar, por decir dos días a la semana en un estudio, y allí es cuando te enteras de qué es lo que vas a grabar, quién es el personaje, etcétera. El director te da una imagen del personaje, de lo que vas a hacer, pero no tienes oportunidad de prepararlo como en cine o televisión.
Yo tengo trabajo todos los días, entonces mis días son rutinarios. No me preparo mentalmente, sino que solo estoy atento a tener una buena voz, dormir bien para estar atento el día siguiente. Debes calcar lo que está en la pantalla, porque tienes que seguir al personaje, corregir texto, respirar con él, llorar con él. Debes estar atento a todo lo que sucede en la pantalla. Mi forma de prepararme es poder estar atento, despierto, tener la mejor dicción posible para ese día, dejar fuera del estudio los problemas que uno pueda tener, porque estás encarnando personajes y debes meterte en la piel de ellos.
—¿Qué técnicas maneja para cuidar la voz?
—No manejo muchas. Trato, eso sí, de tener hábitos muy sanos: no soy bebedor, no soy fumador, jamás lo he sido. Creo que eso es bien importante para cuidar la voz. Puedes tener una voz bellísima, con unos registros especiales, pero si bebes y fumas mucho, con el correr del tiempo tu voz va sufriendo los embates. De vez en cuando hago gárgaras con jengibre, hago algunos ejercicios, pero lo importante es cuidar la voz y respirar bien para no dañarla.
—¿Cuáles fueron y son los personajes que lo han marcado en su carrera?
—A lo largo de estos 31 años de carrera, es mucho lo que he hecho. He interpretado muchos personajes, no solo de cómics, sino también de novelas y series, documentales, películas. Si habláramos de actores, me ha tocado interpretar a Robert De Niro, Al Pacino, Jack Nicholson, John Travolta, Kevin Spacey. Ha sido muy especial. William H. Macy en una serie reciente, llamada Shameless, que es bien fuerte, bien complicada, pero es un gran actor.
En series y cómics, Rick Harrison de El Precio de la Historia, Rick Sánchez de Rick y Morty; Steve, de las Pistas de Blue; el Fantasma del Espacio. Son personajes que marcan a uno. De Steve recuerdo un capítulo especial en el que se despide de la audiencia, de Blue y se va de la casa. Amaba esa serie, me sabía todas las canciones, me encantaba el personaje. Me puse muy triste cuando sucedió.
—¿Qué significa para usted interpretar a Rick Sánchez, de Rick y Morty?
—Ha sido una gran experiencia, un gran trabajo, muy exigente y muy importante. Mi carrera ha tenido un despegar fuerte con este personaje. He tenido la oportunidad de viajar por muchas partes de Latinoamérica con este personaje, presentando un show de Rick. Es muy fuerte, me deja agotado en cada capítulo, porque muchas veces se interpreta a él mismo cinco, seis, siete, diez veces, y tengo que hablar conmigo mismo. Requiere mucho de mí como actor. Se ha convertido en una serie de culto. La gente la espera con ansias, es maravilloso que hablen de mi trabajo y les guste, eso para mí es importantísimo. Amo muchísimo la relación con los fans, porque son importantes en la carrera de un artista.
—¿Qué debe esperar el fanático de Rick y Morty para esta temporada?
—La verdad es que no puedo hablar mucho de la temporada que viene porque hay contratos que uno hace, y entre las reglas es no hablar sobre la temporada que saldrá. Los fanáticos ya saben que esta serie es bien particular, muy creativa. Los creadores son muy originales. Esperen mucha diversión y cosas buenas.
—¿Cómo maneja el doblaje de Rick Harrison en El Precio de la Historia?
—Rick Harrison ha sido un tremendo personaje, también muy importante para mi carrera, como actor de voz y de rodaje. Como anécdota pequeña y cortita, en eventos y convenciones donde generalmente invitan a gente por personajes de dibujos animados o animé, a mí me invitan por Rick Harrison en El Precio de la Historia. Tiene una importancia muy grande, no solo para los adultos, sino le gusta a todo el mundo en la familia. Todo el mundo conoce la serie, sabe de qué va.
Su risa es muy particular, es algo que a la gente le encanta de Harrison. He trabajado bastante para darle mi toque personal. Otra característica es el color de la voz de Rick. El original tiene la voz un poquitico más delgada que la mía. Yo tanto de redondearla para darle mayor personalidad y fuerza a Rick.
—¿Qué metas le quedan por realizar en su carrera?
—Creo que me quedan muchas. Creo que tengo muchas cosas por delante, no solo en el doblaje, sino como locutor, locutor comercial, actor. Hay muchas cosas que quiero hacer. Me gustaría interpretar nuevos personajes, trabajar en nuevas series, animados, proyectos nuevos. No me voy a retirar nunca de esto, voy a hacerlo hasta que pueda hacerlo. También tengo un programa de radio, entrevisto personajes, actores y cantantes. En ese sentido quiero desarrollarme mucho más.