Ciencia

Dos nuevas misiones de la NASA explorarán Venus

Hace más de cuatro décadas que la NASA no envía misiones de exploración a Venus: eso cambiará muy pronto con las misiones DAVINCI+ y VERITAS.

Los seres humanos llevamos décadas de historia de exploración espacial: desde los viajes tripulados a la Luna, hasta las misiones interplanetarias, pasando por las estaciones espaciales que orbitan la Tierra.

En cuanto a exploración planetaria, Marte ha sido uno de los planetas más visitados desde la década de los 1960, hasta la actualidad, se han diseñado misiones de sobrevuelo primero y luego de exploración de su superficie.

También han existido misiones para conocer a los planetas más lejanos: como las Voyager, que salieron de la Tierra en 1977 que exploraron Júpiter y Saturno, pero que ahora mismo siguen su viaje, en las afueras del sistema solar.

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Pero, ¿qué hay de nuestro otro vecino cercano, Venus?

El lucero del alba

La presencia de Venus en el cielo siempre fue notable para la humanidad, desde el momento que volteamos los ojos al cielo.

Venus es visible solo unas horas después del atardecer y otras tantas antes del amanecer: por esa razón en muchas culturas del mundo se le reconoció con nombres que eran variaciones de las denominaciones estrella de la mañana o de la tarde.

Galileo en 1610, usando un telescopio óptico, fue el primero en notar que este planeta observado desde la Tierra mostraba fases, como la Luna: llena, menguante, creciente, observaciones que apoyaron la teoría heliocéntrica de Copérnico.

Tan cerca y tan lejos

Después de la Luna, Venus fue el otro sitio del sistema solar al que se enviaron sondas de exploración, no sin muchas dificultades y fracasos.

Pero desde la década de 1960, varias sondas orbitales y misiones de sobrevuelo han visitado Venus e incluso algunas han logrado descender a la superficie del planeta, a través de su densa atmósfera.

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Así sabemos que la atmósfera de Venus es 95% dióxido de carbono: esto lo hace el lugar del sistema solar con máximo efecto invernadero.

De la información de misiones como las soviéticas Venera, o las norteamericanas Mariner 10 y Pioneer Venus, sabemos que su temperatura promedio superficial es de 460 °C, además de que la presión de su atmósfera equivale a 90 veces la presión atmosférica de la Tierra.

Pero todavía hay muchas cosas que nos hace falta conocer sobre nuestro vecino, para lo que es necesario regresar a explorarlo.

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DAVINCI+ y VERITAS

Al igual que Marte y la Tierra, este planeta se encuentra en la zona habitable del sistema solar: a una distancia adecuada del Sol para tener temperaturas templadas y agua líquida.

Sabemos que ahora eso solo es válido para la Tierra, pero tal vez en algún momento del pasado, también lo fue para Venus.

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Hoy la NASA anunció que, entre 2028 y 2030, dos nuevas misiones dentro del programa Discovery, irán a Venus.

Uno de los principales objetivos de estas misiones será buscar respuestas a cómo Venus se convirtió en el infierno que es ahora.

La misión DAVINCI+ (Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble gases, Chemistry, and Imaging, Plus), consistirá en una sonda esférica que descenderá a través de la atmósfera venusiana, para estudiar su composición.

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Así se espera conseguir datos sobre cómo evolucionó la atmósfera y compararla con la de nuestro planeta.

La otra misión, VERITAS (Venus Emissivity, Radio Science, InSAR, Topography, and Spectroscopy), tendrá un radar orbital para determinar la historia geológica de Venus y también compararla con la Tierra.

Así intentaremos averiguar cómo es que un planeta que pudo haber sido habitable, se convirtió en un infierno tóxico.

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Entonces tal vez aprendamos más, no solo de nuestro vecino, sino de nuestro propio planeta y el destino que queremos para él.

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