Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos ha logrado mapear, por primera vez en la historia, los bordes que separan nuestro sistema solar del resto del universo. Es decir, este grupo de expertos mapeó la heliosfera. Se le conoce con este nombre a una especie de burbuja que nos protege del ingreso de la radiación interestelar dañina.
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Según lo explica Slash Gear la heliosfera se genera gracias a los vientos solares de nuestra estrella masiva. Dicho elemento se empuja hacia los bordes de nuestro sistema y choca con los vientos de la radiación externa. Entonces, así se genera esa burbuja protectora. Esta es una de las principales teorías que destaca la esencia fundamental del Sol, para preservar la vida de un sistema de planetas que giran en su órbita.
Detalla el portal citado que gracias a esta investigación y datos de otros estudios realizados sobre los bordes del sistema solar, se sabe que la heliosfera está compuesta por una corriente de protones, electrones y partículas alfa. Por lo tanto, es importante asimilar que lo que descubrieron los científicos se aleja a territorios poco explorados por la humanidad.
La importancia de la heliosfera
Realizar un mapa de la heliosfera significa que ahora hay una comprensión más amplia del comportamiento de los vientos solares en los límites interestelares. El mapa que lograron construir los expertos es tridimensional y cuenta con datos que soportan firmemente su investigación científica.
El principal responsable de este artículo es el experto en física y ciencia espacial, Dan Reisenfeld, del Laboratorio Nacional de Los Álamos. Reseña el sitio web del laboratorio que el estudio se publicó hoy en el Astrophysical Journal.
«Los modelos físicos han teorizado este límite durante años. Pero esta es la primera vez que hemos podido medirlo y hacer un mapa tridimensional», dijo Reisenfeld a la institución donde desempeña su trabajo.
Para lograr este hito histórico de la ciencia espacial el equipo que dirigió Reisenfeld acudió a los datos del satélite Interestelar Boundary Explorer (IBEX) en órbita terrestre de la NASA. Dicha herramienta es capaz de detectar partículas que provienen de la heliovaina, la capa límite entre el sistema solar y el espacio interestelar. Entonces, así pudieron mapear el borde de esta zona a la que sele conoce como helipausa, región en donde chocan ambos vientos de radiación.
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Una técnica que viene de la naturaleza
Aprendemos de lo que tenemos en nuestro planeta. La forma de actuar de los humanos, el comportamiento de algunas especies en el reino animal y algunas conductas de la vegetación pueden convertirse en una herramienta que ayude a detectar lo que ocurre fuera de nuestras fronteras estelares.
Y precisamente eso fue lo que hizo el equipo del Dr. Reisenfeld, que aplicaron una técnica similar a la forma en que los murciélagos usan el sonar, para detectar los bordes de la heliosfera.
«Así como los murciélagos envían pulsos de sonar en todas direcciones y usan la señal de retorno para crear un mapa mental de su entorno, nosotros usamos el viento solar del Sol, que sale en todas direcciones, para crear un mapa de la heliosfera», explicó Dan Reisenfeld.
A continuación les compartimos un breve material audiovisual que publica el laboratorio en su canal de YouTube. En el video aparece una muestra gráfica del logro que realizaron los científicos de esta institución.