Por ahora lo llamamos 2014 UN271 y posiblemente sea el cometa más grande del que tengamos noticia en los tiempos modernos.
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Aunque está bastante lejos para que podamos observarlo con detalle, como hicimos con el Neowise el año pasado, los astrónomos que lo descubrieron, estiman que mide cientos de kilómetros de diámetro.
Por las características de su órbita y desplazamiento se considera que es un objeto “tipo cometa”, pero faltaría todavía saber si cuando se encuentre más cerca del Sol desarrolle una coma, o cola, visible.
Visitante del exterior
Los cometas son objetos de rocas y hielo que orbitan el Sol, pero como están tan alejados de él, les toma muchísimo tiempo completar esa vuelta: de decenas a millones de años.
Aquellos que tienen una órbita de periodo corto, de menos de 200 años, vienen del cinturón de Kuiper: un disco de objetos, similar al cinturón de asteroides, pero que está más allá de la órbita de Neptuno.
El cometa 2014 UN271, aparentemente tiene una órbita de periodo muy largo, así que debe venir de la nube de Oort: una nube esférica de objetos transneptunianos, todavía más exterior que el cinturón de Kuiper y que de alguna manera marca los límites del sistema solar.
¿Cómo lo descubrieron?
Este posible cometa, fue identificado por los astrónomos Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein, apenas hace unos días, aunque no lo encontraron por observación directa, sino a través del análisis de datos obtenidos por el Dark Energy Survey, DES.
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Este es un proyecto internacional colaborativo, que observa el espacio en las longitudes de onda del espectro visible e infrarrojo.
El objeto 2014 UN271 pudo identificarse a partir de datos recolectados entre 2014 y 2018, por el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, en Chile.
Cometa excéntrico
Sin duda es un cometa particular, por su tamaño y por su larguísimo periodo orbital, que se calcula es de 4.5 millones de años, pero no por eso lo llamamos excéntrico, sino por la forma de su órbita.
La excentricidad orbital mide qué tanto se aleja la órbita de un objeto, de una circunferencia perfecta: sabemos que los planetas tienen órbitas elípticas, pero incluso pueden existir órbitas mucho más excéntricas que eso.
Los parámetros de la órbita de 2014 UN271 indican que se aleja tanto de la circunferencia, que más que ser una elipse, es casi una parábola.
Gigante de hielo
El análisis de los datos de cuatro años de observaciones astronómicas, no es tarea fácil, y aunque tenemos imágenes borrosas de 2014 UN271 eso no quiere decir que la revisión para encontrarlo se hizo “a mano”.
Así pudieron notar la presencia de ese objeto, con un tamaño estimado de entre 100-370 km, lo que es inusualmente grande para un cometa.
Incluso sus descubridores pensaron por un momento que podría tratarse de un planeta enano.
Se mueve como cometa, tiene cola de cometa…
En las imágenes que procesaron Bernadinelli y Bernstein, 2014 UN271 estaba a una distancia de entre 29 y 23 unidades astronómicas UA (una UA es la distancia promedio entre la Tierra y el Sol).
En el momento en que se tomaron las imágenes, por su distancia la Sol, no tenía ninguna coma visible: por eso fue difícil identificarlo inequívocamente como un cometa.
Pero ha pasado el tiempo y este viajero ha seguido avanzando en su órbita excéntrica, por lo que ahora está más cerca: aproximadamente a 20 UA.
Y ahora que los astrónomos saben hacia donde mirar, pueden dirigir su atención y sus telescopios a 2014 UN271.
Observaciones del telescopio Skygems, en Namibia, y del Observatorio Las Cumbres, en California, indican que este objeto tiene “actividad cometaria” y ya muestra una coma visible.
Su coma será más notable mientras más cerca esté del Sol: su acercamiento máximo será en 2031, a unas 10 UA, pero eso queda todavía muy lejos de nosotros, así que no esperen ver un enorme cometa, brillando en el cielo, dentro de 10 años.
De cualquier forma este tipo de descubrimientos nos muestran que aunque cada vez sabemos más del Universo, todavía nos falta mucho por descubrir.