En apenas unas horas, la variante Delta Plus del SARS-CoV-2 ha logrado atraer la atención del mundo entero.
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No es la primera variante del coronavirus, incluso podríamos considerar que es una variante de una variante, una con la que ya llevábamos conviviendo un tiempo: la Delta.
Pero hay ciertas cosas que han hecho sonar las alarmas en el mundo: sobre todo que aparente es más transmisible, mucho más que la variante original Delta.
Variantes de interés y preocupación
Aunque a los virus no los consideramos seres vivos, pues no pueden reproducirse por sí solos, sí cumplen con otras funciones de la vida, como tener material genético.
El SARS-CoV-2 es un tipo de virus de ARN: su código genético está escrito con secuencias de nucleótidos correspondientes al ácido ribonucleico.
Para hacer copias de sí mismo, un virus usa el ADN de las células que infecta como “máquina de copiado”.
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En este procesos pueden ocurrir errores o mutaciones, las cuales son más comunes de lo que pensamos, aunque algunas pasan desapercibidas porque no cambian la forma en que se contagian los virus o los síntomas que produce la enfermedad.
Para el SARS-CoV-2 hay variantes de interés, que son mutaciones que indican que el virus tiene modificaciones que pueden hacerlo más efectivo, pero no se tienen evidencias de que ha cambiado su forma o velocidad transmisión.
Cuando se tiene claro que las mutaciones hacen que sea más transmisible o cause un covid-19 más severo, entonces se denomina variante de preocupación.
Alfa, beta, gamma, delta…
Por supuesto para los medios y el público no era nada conveniente llamarlas así y más bien nos referíamos a ellas por su «lugar de origen»: así la B.1.1.7 era la «variante británica«, o la P.1 la «variante sudafricana».
Pues además, a final de cuentas, sin importar donde hayan sido identificadas primero, todos esas ramificaciones del árbol genético del coronavirus, es decir sus linajes, terminan paseando por el mundo entero.
Así es que ahora tenemos a las variantes de preocupación Alfa, Beta, Gamma, Delta y Épsilon; además de las variantes de interés Eta, Iota.
Delta plus
La variante B.1.167 o Delta, que fue identificada primero en la India, tiene una docena de mutaciones en su código genético.
Y en pruebas de laboratorio se ha mostrado que esa mutación hace que el coronavirus evada con más facilidad a los anticuerpos que lo podrían neutralizar.
Los virólogos ya habían notado que la variante Delta seguía evolucionando e incluso se podría separar en dos linajes diferentes: Delta y Kappa.
Ahora con la información que ha difundido el Ministerio de Salud de la India, sabemos que la variante identificada como Delta Plus efectivamente es preocupante pues tiene la capacidad de unirse más fuertemente a las células de los pulmones además de que evade a los anticuerpos.
Pero quizá lo que más deba preocuparnos, es que se transmite mucho mejor que otras variantes: eso causará que su expansión por el mundo sea más rápida y se vuelva la variante dominante.
¿Qué podemos hacer? Suena como un buen momento para entrar en pánico, pero es lo último que debemos hacer.
En lugar de eso, hay que continuar con las medidas efectivas de transmisión que ya conocemos: evitar lugares concurridos, usar cubrebocas, esto incluso si estamos vacunados. Y por supuesto vacunarnos en cuanto nos sea posible.