Algo es cierto: todos queremos estar saludables, tener energía para nuestras obligaciones diarias y que nos quede algo también para hacer cosas que nos gustan.
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Sabemos que la alimentación es la forma en que conseguimos energía y nutrientes para que nuestro cuerpo funcione.
Pero también conocemos que el desbalance de la energía, o calorías, que consumimos y las que gastamos cada día, es lo que lleva tener sobrepeso y obesidad, que a la larga involucran otros problemas de salud como diabetes o hipertensión.
Así que además que nos preocupe cómo nos vemos, nos preocupa también nuestra salud a largo plazo. Y por eso mucha gente recurre a hacer ciertos regímenes alimentarios que les prometen que bajarán de peso.
Alimentación y dietas
Aunque llamamos “dieta” a los planes de alimentación que están enfocados en lograr algún objetivo -casi siempre perder peso-, en realidad este término se aplica a cualquier conjunto de hábitos alimentarios.
Es decir, en estricto sentido, si comes todos los días, llevas a cabo una dieta, puede ser que no sea la más saludable, ni la más consistente, pero al fin y al cabo es una dieta.
Sin duda la alimentación es una forma en la que podemos hacer que nuestro cuerpo funcione mejor, aunque también hay muchos mitos relacionados con la nutrición, que a veces pueden contribuir en nuestras decisiones sobre la comida.
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Uno de esos mitos es que hay ciertos nutrientes que deberíamos evitar, como los azúcares o las grasas.
Pero, todos los macronutrientes: los carbohidratos -azúcares y fibras-, los lípidos o grasas y las proteínas, son indispensables para nuestro organismo.
Es cierto que no es bueno abusar de algunos de ellos, como los azúcares que aunque dan energía, si no se usan por completo se acumulan en el cuerpo como depósitos de grasa.
Por eso existen muchos regímenes para bajar de peso, que restringen alimentos que contengan azúcares, como la dieta keto.
Que el alimento sea tu medicina
La dieta cetogénica, o dieta keto no fue diseñada para bajar de peso, sino como una forma de tratar algunas formas de epilepsia.
Antes del desarrollo de agentes anticonvulsivos que fueran efectivos, se sabía que quienes sufrían esta condición mejoraban si modificaban su alimentación.
Esta enfermedad, que en algunos casos se presenta con crisis convulsivas, se conocía desde los tiempos de Hipócrates, en la antigua Grecia y ya entonces se había notado que el ayuno prolongado hacía que los pacientes no tuvieran ataques.
Ya en tiempos modernos, a principios del siglo XX se hicieron estudios que mostraron que niños con epilepsia presentaban menos convulsiones cuando llevaban una dieta de muy pocos carbohidratos y muchas grasas.
Esta dieta se llama keto o cetogénica, porque la baja ingesta de carbohidratos hace que el hígado empiece a convertir las reservas de grasa en algo que se llama cuerpos cetónicos.
Los cuerpos cetónicos son un tipo de compuestos orgánicos que el cuerpo puede utilizar como fuente de energía, en lugar de la glucosa.
¿Qué pasa si llevo una dieta keto?
Con el desarrollo de mejores tratamientos farmacológicos para la epilepsia la dieta cetogénica se dejó de lado como intervención médica para esa condición.
Sin embargo desde hace algunos años resurgió, pues hubo personas que consideraron que por su fundamento podría ser una buena forma de perder peso.
Finalmente se basa en hacer que el cuerpo consuma sus reservas de grasas, así que suena como una alternativa muy buena, ¿o no?
Esta es una dieta muy restrictiva que puede tener beneficios, pero también algunos riesgos.
Como el hígado es el encargado de metabolizar la grasa, tendrá mucho trabajo y podría tener problemas, sobre todo si tienes alguna condición preexistente en este órgano.
Y si no cuidas la proporción de proteínas que incluyes en la dieta keto, también podrías tener problemas en los riñones, que ayudan a metabolizar estos nutrientes.
Como vas a comer muy pocos carbohidratos, y tu cerebro requiere glucosa todo el tiempo, te puedes sentir de mal humor y con dificultades para concentrarte.
Por estas razones es una dieta que solo se puede llevar durante periodos cortos y siempre bajo supervisión médica.
Además de que hasta ahora no se tiene claro si los beneficios de la dieta keto se mantienen a largo plazo, tal vez si lo que quieres es estar más saludable lo mejor que puedes hacer es comer más saludable todos los días y hacer ejercicio.