Elon Musk mostró en un video de Neuralink a un mono frente a una pantalla del videojuego Pong. Según el multimillonario, al macaco le implantaron un chip y está jugando con su mente.
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No hay nadie de la comunidad científica que corrobore la validez del video. Sin embargo, de acuerdo con Musk, este chip “permitirá a alguien con parálisis usar un teléfono inteligente con su mente más rápido que alguien usando los pulgares”.
El CEO de Neuralink ya había adelantado los resultados este mismo año, pero sin las presuntas pruebas visuales.
Pager, un mono de 9 años, recibió el implante de chip seis semanas antes que se grabara su actividad, según la voz en off que narra el video de Musk.
Primero se le habría enseñado a jugar videojuegos con un joystick, recibiendo como recompensa un batido de plátano. Éste lo tomó con una pajilla de metal.
Mientras lo hacía, el dispositivo Neuralink registraba información sobre qué neuronas se disparaban. La finalidad era predecir los movimientos de las manos, según las regiones neuronales activas.
Luego de aprender los patrones -todo según la explicación del video-, el joystick que el mono Pager utilizaba fue desconectado. Aunque lo moviera, el Pong no obedecía al mando: solo al chip en su cerebro.
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Escalofriante, ¿no?
Neuralink, del cerdo al mono y los dinosaurios
Este video es difundido en la misma semana en la que un ejecutivo de Neuralink, empresa de Musk, advirtiera que la compañía puede crear su propio Parque Jurásico.
Max Hodak, cofundador de la empresa, indicó el jueves que, como la famosa película de Steven Spielberg, “podríamos construir un Parque Jurásico, si quisiéramos. No serían dinosaurios genéticamente auténticos (pero) tal vez con 15 años de cría más ingeniería obtendríamos especies super exóticas”.
“La biodiversidad es definitivamente valiosa; la conservación es importante y tiene sentido”, insistió Hodak. “Pero ¿por qué nos detenemos allí? ¿Por qué no tratamos más intencionalmente de generar diversidad más novedosa?”.
Neuralink se especializa en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora implantables. Son denominadas Brain-Machine Interfaces (BMI). En 2020 la compañía de Musk anunció que habían implantado un chip en el cerebro de un cerdo.
El multimillonario mostró el video en el que aparecía la actividad cerebral del animal, Gertrude, mientras hacía sus movimientos.
La empresa trabaja en un dispositivo para pacientes con discapacidades neurológicas, estimulando directamente al cerebro. “(Buscamos) permitir así, por ejemplo, que los parapléjicos vuelvan a caminar”, indicó Musk en un tuit.
Otro de sus objetivos es que, con el “Encaje neural”, pequeños electrodos cerebrales algún día subirían y descargarían los pensamientos.
La historia de Erik Sorto
El desafío de que las personas con parálisis puedan realizar actividades gracias a su cerebro es constante, y Musk no es el primero en anunciarlo. The Verge recuerda un caso de 2015, publicado en la revista Science, en el que un hombre parapléjico podía tomar cerveza gracias a un brazo robótico que controlaba con su mente.
Erik Sorto era el nombre del individuo, parapléjico por una herida de bala desde 2002. El Departamento de Neurociencia de CalTech trabajó con chips, realizando el experimento con Sorto.
No solo pudo tomar la cerveza, sino estrechar la mano y jugar “Piedra, papel, tijeras”.
Los investigadores se enfocaron en la corteza parietal posterior, colocando los implantes en esa zona. “La primera vez que Sorto trató de controlar un brazo robótico, 16 días después de la cirugía, hizo un apretón de manos con un investigador. Era la primera vez que movía una extremidad en 10 años”, sostuvo Richard Andersen, profesor de Neurociencia en CalTech.
