El simple hecho de que se encuentre en las profundidades del mar ya lo hace un animal que guarda muchos secretos. Pero el pulpo es misterioso dentro de los misteriosos. Por lo tanto, cada descubrimiento sobre su comportamiento, se convierte en un paso agigantado en el camino hacia conocer por completo a este molusco, perteneciente a la familia de los cefalópodos.
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Científicas expertas en temas marinos, en Brasil, estudiaron durante un buen tiempo el comportamiento de un pulpo, sumergido en las profundidades del mar. Específicamente miraron al Octopus insularis, una especie que vive en las costas de Brasil. Entonces, encontraron que el animal, primero que todo identifica jornadas activas y de descanso en un día. Y segundo, que cuando descansa tiene dos etapas de sueño. Reseña Daily Mail que esto solo se había registrado en aves y mamíferos.
Asimismo, durante la etapa de descanso, registra períodos cortos de sueño que pueden compararse en tiempo como pequeños videoclips o incluso gifs. Ahora ¿cómo hacen para saber esta información? Grabaron el comportamiento de las pupilas y los compararon con el de algunos animales y humanos. La investigación puede ayudar a comprender la evolución del sueño en los animales. Además de por que se registra en unos animales y en otros no.
El pulpo soñador
En específico ese movimiento de las pupilas es conocido como REM (Movimiento ocular rápido). Recientemente notaron este comportamiento en reptiles y por eso decidieron mirar hacia las sepias, que al igual que los pulpos, pertenecen a la familia de los moluscos cefalópodos.
«Eso nos llevó a preguntarnos si también podríamos ver evidencia de dos estados de sueño en los pulpos», relata Sidarta Ribeiro, autora del artículo y neurocientífica de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte. «Los pulpos tienen el sistema nervioso más centralizado de todos los invertebrados y se sabe que tienen una alta capacidad de aprendizaje», sostiene como referencia para soportar las razones de su estudio.
Técnicas de estimulación
Para poder estar seguros que el animal estuviera dormido, los científicos dirigidos por la Dra. Ribeiro utilizaron pruebas de estimulación visual y táctil. En la primera etapa de su descanso, a la que llamaron «sueño tranquilo» el animal se mantuvo estático y con sus pupilas contraídas. De igual forma, el color de piel se mantuvo pálido.
Después vino la parte de las pesadillas. A esta fase la llamaron «activa» y las criaturas movieron constantemente sus pupilas. Además cambiaron el color y la textura de su piel. Incluso se mostraron inquietos y movieron varias veces su cuerpo y los tentáculos.
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«Lo que lo hace más interesante es que este ‘sueño activo’ ocurre principalmente después de un largo ‘sueño tranquilo’, generalmente más de 6 minutos, y que tiene una periodicidad característica», añade Ribeiro. Sylvia Lima Souza, autora también y perteneciente a la misma casa de estudios detalló: «La alternancia de estados de sueño observada en el Octopus insularis parece bastante similar a la nuestra».
Otros comportamientos
Otros estudios de finales del 2020 han demostrado otros comportamientos que tienen los pulpos. Uno que es por demás curioso, indicia que a los pulpos, sin razón alguna, pasan el rato golpeando a otros peces.