Es fin de semana, te levantas tarde, vas al baño y tienes esa incómoda sensación de que tu boca está pegajosa, entonces tomas tu cepillo de dientes y le pones dentífrico.
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Estás a punto de comenzar a cepillarte, cuando ves tu reflejo en el espejo y te detienes: sí, tienes muchas ojeras, pero no es eso en lo que piensas: ¿es mejor si esperas a desayunar y luego te lavas los dientes?
Antes de desayunar
Sin duda todos hemos despertado sintiendo que nuestra boca no es el lugar más agradable del mundo y posiblemente no estamos equivocados.
Nuestra boca está llena de microorganismos. Sí, ellos se las arreglan para seguir viviendo ahí y por las noches suelen aumentar en cantidad.
Esos microorganismos forman una delgada capa sobre nuestros dientes: el biofilm bacteriano, contiene algunas especies de bacterias que pueden causar desde mal aliento hasta otros problemas de encías o caries.
Por eso la imperiosa necesidad de cepillarnos al despertar: el dentífrico contiene algunos antisépticos que ayudan a eliminar el biofilm de bacterias.
Los dentífricos en su mayoría, contienen flúor, que sirve para fortalecer el esmalte: esto puede ayudar a proteger a tus dientes de los ácidos y sustancias abrasivas de los alimentos que comerás.
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Hay estudios que muestran que el cepillado promueve la producción de saliva, que es parte del proceso inicial para digerir lo que comes.
Así que los beneficios de cepillarte los dientes antes de desayunar van más allá de eliminar las bacterias de tu boca.
Después de desayunar
Pero pensándolo bien, aunque te deshagas de las incómodas bacterias matutinas, si te lavas los dientes primero y luego desayunas, pasarás buena parte del día con pedacitos de comida entre los dientes.
Esa es una de las cosas que te hace dudar cuando decides si lavarte los dientes al despertar o después. Y tienes razón en considerarlo.
Cuando te lavas los dientes después de desayunar, te aseguras que la mayor parte del día tus dientes estén libres de resto de comida o azúcares disueltos de las bebidas que tomaste, o ácidos de frutas que comiste.
Retirar los restos de comida de tus dientes es una forma de quitarles el sustento a las bacterias que viven en tu boca y evitar que ataquen tu esmalte dental.
Para tener los beneficios del cepillado posterior a la comida debes esperar un tiempo para cepillarte después de comer: los dentistas recomiendan que sean al menos 30 minutos.
Te podrías preguntar, ¿por qué esperar? ¿no pasará que durante ese tiempo las bacterias se darán un festín y empezarán a deshacerte los dientes? En realidad las bacterias necesitan un poco más de tiempo para hacer su trabajo.
Pero si te cepillas de inmediato lo que harás será darle un paseo por tu boca a los restos de comida, que si son ácidos como el jugo de naranja, las frutas o el café, van a causar daños al esmalte.
¿Antes o después? esa es la cuestión
Después de leer esto tal vez tengas menos claro qué hacer: si se te cepillas antes, quitas bacterias y proteges tus dientes; si lo haces después quitas bacterias y comida.
¿Qué tal si mejor te cepillas los dientes antes y después? Puedes hacerlo, pero los dentistas recomiendan que la segunda sea con más suavidad: sí es posible que “sobrecepilles” tus dientes y eso daña el esmalte.
Entonces, si tienes que elegir, ¿qué es mejor? Para empezar debes considerar el tiempo que tienes para cepillarte y no precisamente solo los 2-3 minutos del cepillado.
Si no tienes el tiempo suficiente para esperar después de desayunar, será mejor que te laves los dientes al despertar.
Pero si puedes esperar, hazlo después, así no pasarás el día completo con la sensación de que tienes restos de comida en la boca.
En cualquier caso, la recomendación general es tomar agua antes de cepillarte, para retirar o diluir restos de alimentos que pudieran dañar tus dientes.
Lo más importante es que cepilles tus dientes, al menos dos veces al día, durante dos minutos.