Ciencia

Ciencia: no lo subestimes, el ácido de tu estómago puede disolver estos cinco objetos

Sí, dentro del estómago tienes uno de los ácidos más fuertes que existen

dolor de estómago
Malestar estomacal, digestión Malestar estomacal, digestión

El pH es una escala que usamos para medir qué tan ácido es algo: el 7 representa un valor neutro, como el agua; si estamos arriba de ese valor es que se trata de sustancias alcalinas y mientras más cercanos al cero, mayor será la acidez.

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La medida de acidez de todo tu cuerpo está alrededor de 7.4, algo muy cercano a un pH.

Y para tu organismo es muy importante que se mantenga así, porque un desbalance puede tener consecuencias graves en la salud.

Sin embargo, en el cuerpo existe una excepción a ese pH fisiológico: tu sistema digestivo.

Para poder aprovechar los nutrientes de los alimentos que consumimos, necesitamos romper moléculas muy grandes como carbohidratos o proteínas, en otras más pequeñas, como azúcares simples o aminoácidos.

La digestión es el proceso en el que eso sucede y comienza desde que te comes el primer bocado de un alimento: tu saliva tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 6.7, que ayuda a iniciar esos procesos.

En el estómago ocurren las tareas más importantes de la digestión, gracias a los jugos gástricos una mezcla de enzimas como la pepsina y ácido clorhídrico.

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El pH de tu estómago está entre 1 y 3, por eso podemos considerarlo como muy, muy ácido.

Dentro de nosotros el ácido clorhídrico es indispensable y no parece para nada amenazador, de hecho no es bueno: una deficiencia en su producción, nos causa indigestión.

Fuera de nosotros es una sustancia que se maneja siempre con precaución, pues es un ácido fuerte que es capaz de reaccionar y disolver diversas sustancias.

Aluminio

Ese rollo de papel aluminio que tienes guardado en un cajón de tu cocina, es en realidad aluminio metálico.

Ese aluminio es el mismo metal que probablemente has visto en los marcos de ventanas y algunos utensilios de cocina.

Y el ácido clorhídrico, como el que tienes en tu estómago reacciona con mucha facilidad con ese elemento: lo disuelve.

Mármol 

Esta roca metamórfica cristalina, que por su apariencia, es muy utilizada en esculturas y construcciones, está compuesta principalmente por una mezcla de carbonatos.

Su principal componente es el carbonato de calcio, que por cierto es el mismo compuesto con el que se hacen las tizas, con las que se escribe en cierto tipo de pizarras.

El ácido clorhídrico reacciona con facilidad con el carbonato de calcio, prácticamente disolviéndolo.

Así que no te recomiendo que dejes ácido clorhídrico cerca de tus pisos de mármol, ni de un paquete de tizas.

Madera

Este material contiene un 50% de celulosa: un polímero natural, que es un polisacárido que forma las paredes de muchas células vegetales.

Los seres humanos usamos directamente la madera para construir y hacer muebles entre otras cosas, pero también a veces la procesamos con otros fines.

Esos procesos incluyen la hidrólisis de la celulosa: una reacción química en la que buscamos partir sus moléculas grandes en otras más pequeñas, para lo que se usa ácido clorhídrico, que prácticamente desbarata o destruye la madera.

Papel

Aunque no lo creas, este material no es tan fácil de disolver: a menos que se trate de papel biodegradable, aunque se moje con agua, no se desbarata por completo.

Resiste también a muchos ácidos, pero como el papel es un derivado de la madera,  y contiene celulosa, el ácido clorhídrico es suficientemente fuerte para disolverlo.

Si bien, para desbaratar una hoja completa necesitaríamos mucho, con una gota de ácido clorhídrico que cayera en ella notaríamos como se comienza a formar un agujero.

Piel

Me refiero a tu piel: el órgano más grande de tu cuerpo, que se encarga principalmente de proporcionar protección frente a amenazas externas.

Sin embargo, sabemos que algunas cosas pueden atravesar esa barrera de la piel: los ácidos fuertes son una de ellas.

Suficiente ácido clorhídrico sería capaz de producirte lesiones graves: quemaduras químicas, hasta de tercer grado, en donde no solo la piel se daña sino el tejido debajo.

¿Cómo es que ese mismo ácido dentro de nosotros no nos mata? El estómago evolucionó de tal forma que la mucosa gástrica es una pared gruesa que no deja que el ácido esté en contacto con tejidos más blandos.

Pero en casos de que tengas problemas de acidez estomacal o una úlcera: la incomodidad que sientes se debe a que tu propio ácido te está quemando un poquito.

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