SpaceX tuvo problemas con otro aterrizaje de una de sus naves no tripuladas. La más reciente es la de la misión que se llevó a cabo este lunes 15 de febrero. Esa misma que dejó 60 satélites de Starlink en la órbita de la Tierra.
El cohete Falcon 9 logró descender hasta debajo de la atmósfera, pero después no se conectó con el dron. Entonces, al parecer cayó en algún lugar del océano, según el mismo Elon Musk, CEO de la compañía.
Durante el mes de febrero los aterrizajes fallidos se volvieron comunes para SpaceX, según lo recuerda Daily Mail. El portal destaca que esta situación se da dos semanas después de la explosión del prototipo SN9. El gigantesco cohete de prueba explotó justo cuando estaba por hacer conexión con su base. También fue una nave no tripulada.
La única diferencia es que la explosión del principio de mes fue la de una nave Starship, unos aparatos que todavía se encuentran en fase de prueba.
La empresa como tal no ha emitido un comunicado sobre esta situación en particular. De hecho, en el recuento que hacen en su web oficial hablan de esta misión y la información se termina cuando detallan el despliegue de los 60 satélites. Es decir, nunca mencionan el aterrizaje fallido.
El cohete de SpaceX
Sin embargo, Elon Musk sí emitió su opinión en respuesta a un mensaje de un usuario de Twitter. Una cuenta de la mencionada red social dijo: «QEPD Booster serás extrañado». Entonces, Musk replicó y expresó: «Sí. Sin embargo, la mitad del carenado activo se recuperó», sostuvo.
En su proceso de entrada, la nave espacial cumplió todos sus pasos, menos la conexión con la base. Resta conocer la explicación de la empresa para saber qué pasó.