Nadie duda de las capacidades de Akira Toriyama para escribir una historia. Entre otras series famosas, es el creador de uno de los mangas más famosos del planeta: Dragon Ball. Esta desarrolla las aventuras de Goku. Se trata de un pequeño niño que se conoce con una joven (Bulma) y se cruzan mientras la chica está en la búsqueda de las esferas del dragón.
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Como todo escritor, Akira buscó inspiración en otras obras para poder desarrollar la suya. Es algo normal en este tipo de tareas. Mucho más cuando se trata de la ficción. Entonces, gracias a un portal llamado Dragon Ball Theories, nos enteramos que el famoso mangaka no fue el creador de las esferas del dragón.
Incluso, en este mismo portal detallan su origen. Salieron de una novela, también de Japón que se escribió en el siglo antepasado (XIX).
El origen de las esferas del dragón
Personajes como Goku, Bulma, Krilin, el maestro Roshi y muchos más, estuvieron inspirados, seguramente, en extensas lecturas de Akira Toriyama. Por lo tanto, las esferas del dragón no son la excepción.
La novela, en concreto, se llama Hakkenden y su autor fue Nansō Satomi. En esta historia existen unas bolas mágicas que por supuesto son capaces de cumplir deseos cuando se juntan. En el caso de la novela de los años 1.800 son ocho esferas.
Entonces, al ser cuestionado por este tema en específico, Akira dijo: «Como en Hakkenden eran 8 bolas, puse 7 en Dragon Ball, ya que hubiera quedado mal si hubiera puesto 8 también ¿no crees?», sostuvo, según el portal citado.
En específico la novela no habla de la aparición de un dragón gigantesco en el cielo llamado Shenlong. Tampoco dice que el cielo se oscurece. Y finalmente no relaciona la creación de estos artículos a una raza alienígena llamada los namekuseí. Así que por eso sí podemos darle crédito a Akira Toriyama.