El tiempo avanza y la NASA tiene que ir corriendo a su lado. El amartizaje del Perseverance fue exitoso y ya tienen que pasar la página. Es decir, el equipo destinado a esa investigación seguirá en su trabajo y el resto continuará en lo suyo. Por lo tanto, el próximo paso vuelve a uno de los temas principales de la agencia espacial: su colaboración con el sector privado.
En ese sentido, ahora preparan completar la segunda prueba de la nave espacial CST-100 Starliner. Este es un cohete que la NASA fabrica en conjunto con la reconocida empresa Boeing. La misión de esta nave es llevar, en principio, astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Sin embargo, después será puesta a disposición para vuelos comerciales o «turísticos» al espacio. Incluso, hablan de otras estaciones espaciales (cuando se pongan en órbita) como posibles destinos.
Mientras tanto, la CST-100 Starliner debería completar su segunda prueba como máximo el viernes 2 de abril del 2021. A esta prueba la llamaron Boeing Orbital Flight Test-2 y por ahora viajará a la ISS sin tripulación.
¿Qué chequearán de esta nave de la NASA y Boeing?
El vuelo prepara sus detalles finales. En teoría nada debería salir mal. Pero observarán el desarrollo de software y hardware de la nave. Cada detalle de su vuelo deberá ser chequeado debido a que será su última certificación.
El trabajo en equipo de Boeing y NASA en todos los aspectos de la preparación del vuelo, incluida la certificación final, el análisis de peligros y las pruebas de software, es extraordinario. Aunque esta prueba de vuelo sin tripulación a la Estación Espacial Internacional es un hito clave en el camino hacia la primera misión tripulada de Starliner planificada para finales de este año, volaremos cuando estemos listos», dijo Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA.