La grasa marrón o grasa parda está presente en todos los mamíferos. Por lo general se activa cuando el ser vivo está en ambientes fríos. Su presencia varía según el individuo y exponen varios estudios, que es capaz de mantener el peso bajo. Sin embargo, recientemente un estudio de la Universidad de Rockefeller la relacionó con la protección de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2, reseñó Slash Gear.
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La grasa parda o marrón incide en los niveles de obesidad. Otros estudios han determinado que debe existir una manera de estimular el crecimiento de estos tejidos para tratar la enfermedad mencionada. Pero nuevos datos revelan que, aunque no funcione en bajar de peso, tiene efectos positivos en la protección de enfermedades.
El estudio usó tomografías de 52.000 pacientes con cáncer. De la cifra mencionada, un 10 % tenía presencia de grasa parda en su cuerpo. Entonces notaron que estos aproximadamente 5.200 pacientes dieron un dato interesante. Tenían menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como el colesterol alto o la diabetes.
La participación de la grasa parda
Señala Paul Cohen, uno de los médicos principales del Hospital de la Universidad Rockefeller, que están estudiando otros procesos donde podría estar participando la grasa marrón.
«Estamos considerando la posibilidad de que el tejido graso pardo haga más que consumir glucosa y quemar calorías. Quizás realmente participe en la señalización hormonal a otros órganos», sostiene Cohen.
Este tipo de grasa tiene demostrada incidencia positiva en el cuerpo humano. Pero los científicos se mantienen tras la pista de averiguar la manera de hacer que el cuerpo genere más de estos tejidos.