La tinta de pulpo o de calamar es común en algunos platillos con mariscos, sobre todo de aquellos en los que incluyen a estos cefalópodos en la lista de ingredientes, pero ¿es bueno o malo comerla? Aquí te contamos.
PUBLICIDAD
Vertebrados honorarios.
Pero en el momento en que el capitán Nemo y su segundo se precipitaban hacia él, el animal lanzó una columna de un líquido negruzco, secretado por una bolsa alojada en su abdomen, y nos cegó”.
Así describía Julio Verne el ataque de un pulpo gigante al Nautilus, en “Veinte mil leguas de viaje submarino”.
Aunque actualmente no sabemos que exista un pulpo tan grande como el de la novela de ciencia ficción del escritor francés, lo que sí es cierto es que la tinta es el medio de defensa y escape de los cefalópodos.
Los cefalópodos son un grupo de moluscos que incluye a los pulpos, calamares y sepias, entre otros. Su nombre quiere decir pies en la cabeza, porque son prácticamente eso: una gran cabeza, con tentáculos que les sirven para desplazarse, caminando o nadando.
Son invertebrados, pero por su comportamiento, habilidades cognitivas y capacidad de conciencia, se les reconoce como “vertebrados honorarios”.
Una de las habilidades más destacadas de los cefalópodos es la secreción de tinta que usan como estrategia para escapar y ocultarse de depredadores, o para mandar mensajes de alerta ante el peligro a los de su propia especie.
PUBLICIDAD
Tinteros submarinos
Además de cabeza y pies los cefalópodos tienen un saco de tinta en donde se produce este líquido.
Los registros más antiguos de fósiles de estos sacos de tinta tienen unos 300 millones de años; así sabemos que los pulpos antiguos ya tenían esta característica, lo que no podemos conocer bien es si la composición de esa tinta siempre ha sido igual.
En los pulpos y calamares actuales, el componente principal de la tinta es la melanina, que engloba un grupo de compuestos con color que están presentes en la mayoría de los seres vivos: es el pigmento que le da color a nuestra piel.
Así como existen pieles de diferentes colores por las variaciones de la cantidad y tipo de melanina: así las tintas de pulpo no son del mismo color de una especie a otra.
Pulpos en su tinta
La tinta es una mezcla contiene otras sustancias: agua por supuesto, algunas enzimas como la tirosinasa y aminoácidos como la levodopa y neurotransmisores como la dopamina.
Todos esos compuestos no son extraños para nuestro organismo: además de la melanina que tenemos en la piel, nuestro sistema nervioso central produce dopamina a partir de la levodopa.
Pero entonces, ¿qué pasa cuando los ingerimos en la tinta de pulpo? El efecto de cualquier sustancia dependerá de su concentración y en este caso estamos consumiendo muy poca cantidad, además al ir a dar a nuestro estómago, estos compuestos se digieren o eliminan.
Existen estudios de las aplicaciones médicas que podría tener la tinta de pulpo: se ha encontrado que tiene actividad antiinflamatoria y antihipertensiva; también inhibe el crecimiento de bacterias e incluso podría detener la reproducción de células cancerosas.
Hasta el momento, ese tipo de estudios están en fases preclínicas, así que por ahora lo único que queda es disfrutar su próximo plato de pulpos en su tinta.