La aplicación nacida en China como Douyin y luego popularizada en el mundo como TikTok, por un momento pareció ser una red social más, de esas fugaces que llegan y desaparecen.
Incluso por diversas razones ha sido prohibida en varios países; incluyendo el intento de bloqueo que promovió Donald Trump en EE. UU., que no se ha completado.
Pero no solo ha superado esos obstáculos, sino que los cientos de millones de usuarios que tiene en el mundo, demuestran que llegó para quedarse.
Portal espacio-temporal
Lo que aparentemente sí es fugaz en TikTok, son sus videos: desde 3 segundos, hasta un minuto, con un promedio de 15 segundos para la mayoría.
Con esa brevedad podría parecer que no vamos a pasar mucho tiempo en ella: vamos 15 segundos no es como ver un documental de 50 minutos en YouTube; pero en la mayoría de los casos resulta que esa fugacidad no es real.
Cuando vemos TikTok entre el momento en que abrimos la app y cuando decidimos regresar del mundo virtual, muchas veces han pasado horas, ¿cuántos videos vimos en ese tiempo? Y sobre todo, ¿por qué pasamos tanto tiempo absortos en ellos?
Atrapados en las redes
A pesar de lo mucho que se hable de adicción a las redes sociales, no hay todavía una definición médica al respecto.
Pero es indudable que la mayoría de nosotros dedicamos mucho tiempo a estar conectados en alguna de ellas: Twitter, Instagram, TikTok, en todas pasamos tiempo que después podemos lamentar.
Una de las razones de esta forma de atraparnos de las redes sociales tiene que ver con que la mayoría de ellas tienen influencia directa en los mecanismos de recompensa de nuestro cerebro.
Sobre todo los mecanismos de recompensa inmediata: un comentario, un like, nos hacen sentir inmediatamente satisfechos porque nuestro cerebro produce dopamina un neurotransmisor relacionado con sensaciones placenteras.
Inteligencia artificial
Sin embargo, ese disparo de dopamina que podemos tener en nuestras interacciones en muchas redes sociales, no es lo único que explica nuestras horas dedicadas a TikTok.
Algo que TikTok ha hecho bien es llevarnos de ser simples observadores a hacernos sentir involucrados en esa observación, esa que logra con navegación continua de un video a otro, y a otro.
Lo logra a través de inteligencia artificial que aprende nuestras preferencias de forma muy rápida. a través de la interacción con los contenidos, nuestros comentarios y likes, le dan información a la app de lo que nos gusta, sin necesidad de que nos lo pregunte.
Así se crea un algoritmo personalizado de los contenidos que nos muestra, lo cual no es muy diferente a lo que hacen otras plataformas de video como YouTube o Netflix, pero en el caso de TikTok los contenidos no son solo una lista de recomendaciones, son esa serie de videos en los que podemos de forma continua por horas, por la forma en que está diseñada la app y porque al final de cuentas estamos viendo lo que nos gusta.
Parte de las críticas a TikTok y los bloqueos que ha sufrido, tienen que ver con que hay quienes consideran que estas herramientas son demasiado invasivas para los usuarios.
Por lo pronto la expansión de la app en el mundo parece imparable, casi como nuestras sesiones de navegación en sus videos.