Ayer tuvimos la oportunidad de probar el nuevo sistema de tiendas de Wom.
Llamadas «Retail X», apuntan a una experiencia mucho más basada en el online, con casilleros y una arquitectura que permita casi cero contacto.
Mi experiencia dentro de la tienda no duró más de un minuto, cronometrado. Compras en línea, te avisan cuando está listo tu pedido y te pasan un código QR vía mail.
Te acercas a la tienda que elegiste, al entrar te dirigen a los casilleros, escaneas, se abre la compuerta correspondiente, retiras tu producto y te vas, no tocaste nada que no sea lo que compraste y el flujo de gente se mantiene alto porque es breve.
Esto en caso de que hayas «vitrineado» en línea, porque si quieres ver cosas adentro también se puede, vía folletos digitales.
La idea es no tener filas y potenciar la atención en línea, agilizando varios procesos que antes requerían estar ahí y que tenían muchos más pasos.
Desde la compañía el vicepresidente de Ventas de WOM, Andrés Ok, dice:
Innovaciones como estas nos ayudan a proteger la seguridad, tanto de los colaboradores como de los clientes, optimizando los tiempos de espera, a través de los e-host o tótem, que permitirán gestionar las filas al interior de las sucursales, de forma ágil y segura.
