Los canales de Ámsterdam tienen un nuevo navegante: es el Roboat II, un barco robot creado por el MIT. Su manejo es similar al de los vehículos con piloto automático.
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El Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Estados Unidos, tiene cinco años trabajando con los denominados barcos autónomos. El Roboat original cuenta con una mejora en esta evolución: un nuevo algoritmo, denominado Localización Simultánea y Mapeo, o SLAM, por sus siglas en inglés.
Apunta el MIT que otra de las novedades es el de un controlador predictivo de modelo no lineal, además de un estimador de horizonte móvil. Con esto, la navegación es mucho más segura.
El Roboat II, como su antecesor, está creado para llevar a personas y cargas. Mide apenas dos metros, pesando algo más de 50 kilogramos. En el futuro esperan crear una versión de cuatro metros para llevar hasta seis pasajeros.
Para las primeras pruebas, el Roboat II navegó de forma autónoma por los canales de Ámsterdam durante tres horas, con un margen de error de apenas 0.17 metros.
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La voz de los investigadores que crearon el Roboat II
Wei Wang es el autor principal de las pruebas del barco robot. Habló para el MIT sobre los resultados.
“El desarrollo de un sistema de barcos autónomo capaz de mapear con precisión, un control robusto y un transporte humano es un paso crucial para que el sistema se implemente en el Roboat a gran escala”, dijo Wang.
“También esperamos que finalmente se utilice en otros barcos para hacerlos autónomos”.
Las pruebas se realizaron con robots conectados en serie y en paralelo a través de los canales de la capital holandesa. El grupo trabajó siempre de forma coordinada.
El objetivo a futuro, además de aumentar el tamaño, es explorar controladores adaptativos para los cambios dinámicos en la estructura. Además, extenderse a ambientes en altamar, donde existen perturbaciones como corrientes y olas.
Además de Wang participaron seis investigadores más.