La versión pasada de los Sony WH-1000 XM4 fueron mi primera experiencia en esta serie de audífonos de Sony, y habiendo probado varios antes, simplemente no quería creer que eran tan buenos como decían.
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Estaba profundamente equivocado, porque hasta ese momento no existían audífonos inalámbricos de diadema con cancelación de ruido mejores. Ahora sí hay: estos, que son la continuación.
Sony ya «construyó la rueda» con las versiones anteriores y no vienen a ofrecer cambios radicales, es más evolución que revolución, y es que tampoco sufren de mucha presión. Sus competidores más cercanos como Bose, Sennheiser y otros, aunque excelentes, no se acercan aún en esta gama.
Hay que partir sobre la base de qué son y qué ofrecen: comodidad, duración de batería, excelente cancelación de ruido y una calidad de sonido excelente.
Es en esos puntos, más algunos trucos extra, es donde Sony pone sus esfuerzos.
La diadema o banda es aún más elástica esta vez, ejerciendo menos presión sobre el cráneo pero el mismo agarre. Mientras tanto, las almohadillas son un 20% más acolchadas. Alguien con una cabeza gigante, como yo, aprecia estos detalles. Si no fuera porque te suben mucho la temperatura de las orejas, creo que podría tenerlos puestos todo el día.
La cancelación de ruido, dicen, es mejor aún, aunque no noto tanta diferencia con la versión anterior. Ahora bien, aclaremos que mi parámetro para medir este tipo de audífonos de gama alta es subirme a un avión, y dado el panorama actual, no sé cuándo lo podremos volver a hacer ¿Que si me han servido para ahogar los ruidos de la aspiradora, de una construcción cercana y el hecho de vivir al lado de una de las avenidas más grandes y ruidosas de Chile? pues sí, son impresionantes. Los anteriores también lo eran.
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La batería, usando la cancelación de ruido (que es la gracia ¿no?) dura un poco más de 40 horas, que es una bestialidad, y se cargan con USB-C. Puedes usarlos con cable de 3.5mm si estás en un apuro y no te van a abandonar.
Además, ahora puedes tenerlos conectados a dos dispositivos (no más) al mismo tiempo. Una adición que se agradece en demasía.
La calidad de sonido, tal como los anteriores, es impresionantemente buena, al nivel que cuesta creer que sea Bluetooth. No se supone que deba ser tan parecida a la cableada, o al menos eso creíamos. El perfil de sonido es bastante plano, lo que agradecerán los más audiófilos, para todos lo demás, la completísima aplicación de Sony permite ecualizarlos a gusto.
Me encanta que con el mismo par de audífonos pueda disfrutar de Fleetwood Mac con una amplitud gigantesca, para después cambiar a Kanye West y escuchar que los bajos no se revienten ni suenen como barro. Que la definición de los altos sea tan articulada que en cada nueva pasada a Rush descubra pequeños nuevos detalles es un regalo caído del cielo.
Cabe mencionar que ahora tienen un sensor dentro de una de las copas que percibe cuando te los sacas y pausa la música, para resumirla al ponértelos de vuelta. También pueden reconocer si estás hablando para pausar la música y poner el Sonido Ambiente. Esto último no me gustó mucho porque se activa con muchas cosas random. Me quedo con el viejo sistema de poner una mano en la copa derecha para activar lo mismo. Todo lo prendes o apagas cuando quieras en la app, esa libertad, que parece tan obvia, es bastante novedosa.
Por cierto, para tele llamadas sirven perfecto porque los micrófonos mejoraron bastante, aunque aún no están a la altura de otros ofrecimientos de la competencia que sí han avanzado mucho en este aspecto.
La conclusión para mí es súper simple: en su raza y tipo, estos son los mejores audífonos que existen y valen cada centavo. Ahora, creo que si tienes los XM3, estás perfecto. Cualquier cosa menor a ellos, considere cambiarse a estos.