El mundo de la naturaleza tiene tantas especies impresionantes, que en ocasiones parecen ser incontables. En el caso de los insectos encontramos curiosidades que dejan a más de uno con la boca abierta. Ese es el caso de una oruga nativa de Australia, que como mecanismo de defensa, utiliza las mismas partes de su propio cuerpo.
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Así mismo como lo estás leyendo. Las orugas, como cualquier gusano atraviesa un proceso en el que van mudando partes de su piel. Es un ciclo que cumplen hasta convertirse en polillas. Entonces antes de esto, esta oruga australiana va apilando el tejido de los cráneos anteriores encima de su cabeza. El propósito es que estos le sirvan como armas, es decir un mecanismo de defensa contra sus propios depredadores.
Reseña el portal Daily Mail que desde su descubrimiento, en 1995, ha recibido varios nombres. Orugas Unicornio, Harucas Locas y otros tantos. Sin embargo mencionan que la identificación científica es Uraba lugens.
El mecanismo de la oruga australiana
La oruga australiana mide unos dos centímetros aproximadamente. Entonces logran apilar hasta siete cráneos anteriores para armar su sombrero defensivo y así disuadir a los que intentan comerla.
«Estos tipos crean una torre de cinco, seis o siete cabezas allí. Y las usan para disuadir a las cosas que intentan comérselas», explica Dieter Hochuli, de la Facultad de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Sydney.
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Su principal amenaza es el chinche apestoso. Pero estas orugas también pueden representar un peligro para los seres humanos. Su piel que tiene una especie de pelaje es capaz de causar picazón e irritación en la piel de las personas que puedan ser atacadas por este insecto.
Aunque es nativo de Australia se ha visto en varias regiones de los Estados Unidos. Las personas que las vean tienen la recomendación de avisar a las autoridades sanitarias.