La comunidad médica y científica aún trabaja en el estudio y comprensión del Coronavirus Covid-19. Tanto sus causas como los efectos que produce en quienes lo han contraído.
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Investigaciones recientes han ayudado a comprender por ejemplo que la vitamina D juega un papel distintivo entre quienes se han infectado con el SARS-CoV-2.
Pero también nuevos hallazgos han llevado a la pregunta forzosa sobre qué tan seguros son los protocolos actuales fijados por la OMS.
El Coronavirus sigue ahí después de curarse
Una investigación desarrollada por Elsevier junto con la Fondazione Policlinico Universitario «Agostino Gemelli»de Roma y publicada en la más reciente edición del American Journal of Preventive Medicine revela que hay mucho por descubrir aún sobre la evolución de la enfermedad.
El reporte concluye que cerca del 17 por ciento de los pacientes analizados, y que ya eran considerados como completamente recuperados de Covid-19, al final dieron positivo al SARS-CoV-2 en múltiples pruebas de seguimiento.
Esto hasta la fecha se atribuye a que en realidad cuerpos muertos del Coronavirus siguen presentes en el organismo, inactivos, lo que produce tests positivos.
Pero la investigación decidió indagar más entre los 131 que comprende el estudio, para descubrir que los sujetos que continuaron teniendo síntomas respiratorios, especialmente dolor de garganta y rinitis, tenían más probabilidades de tener un nuevo resultado positivo en la prueba de seguimiento.
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Esos dos síntomas serían clave para determinar quienes siguen portando el Coronavirus Covid-19 incluso después de «recuperarse».
El criterio actual de la OMS para dar de alta a un contagiado es que se cumplan dos semanas de aislamiento; luego de cumplir tres días consecutivos con disminución de fiebre y reducción de síntomas sin consumir medicamento. Además de dar negativos en dos pruebas PCR con 24 horas de diferencia.
Pero la investigación se fue más allá de estos lapsos y encontró de casi 2 de cada 10 aún portarían el SARS-CoV-2 después de estar «curados» según los actuales parámetros de la OMS.
Entre los síntomas que se mantuvieron se encontró tos, fatiga, diarrea, dolor de cabeza, trastornos del olfato, pérdida de apetito, dolor de garganta y rinitis.
Nada de fiebre. Así que tal vez sea momento de replantear todo.