La pandemia global del Coronavirus Covid-19 sigue su paso por todo el planeta y la comunidad científica trabaja al límite por encontrar un tratamiento efectivo para combatirlo.
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Entre todos los proyectos activos con el mismo objetivo la vacuna experimental desarrollada por la Universidad de Oxford en conjunto con el laboratorio AstraZeneca era el que mayor esperanzas guardaba.
Tanto que hasta Donald Trump ya estaba listo para usarlo como herramienta de campaña repartirlo entre sus ciudadanos.
Pero ha sucedido algo tan lamentable como inesperado: el laboratorio ha tenido que frenar la Fase 3 de su proceso de ensayos debido a que un sujeto de pruebas reaccionó a la vacuna de forma adversa.
Los detalles son pocos, pero según reporta el L.A. Times, los ensayos finales se vieron suspendidos debido a que un participante presentó una reacción grave a la vacuna:
El proceso de revisión estándar generó una pausa en la vacunación para permitir la revisión de los datos de seguridad.
Es lo único que ha declarado el laboratorio a través de un portavoz oficial. No se conocen mayores datos sobre el paciente, ni el tipo de efecto secundario que habría presentado la vacuna experimental.
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En el lado positivo de la situación, los propios portavoces de AstraZeneca aseguran que esperan que el sujeto afectado se recupere pronto.
Mielitis transversa sería la causa de la suspensión de la vacuna
Al principio de la noticia en Twitter circularon algunas especulaciones sobre lo que pudo causar la pausa.
En donde incluso algunos especialistas en el sector médico apuntan a posibles efectos secundarios de cuidado:
Pero fueron los reporteros del New York Times quienes terminaron filtrando el dato de cuál fue la condición que habría presentado el paciente agravado: mielitis transversa.
Dicha enfermedad es un trastorno del sistema nervioso, que nace a partir de la inflamación de la médula espinal.
En el transcurso de la enfermedad se daña el revestimiento alrededor de las células nerviosas, lo que afecta los nervios espinales y en cadena a todo el cuerpo.
Entre los síntomas conocidos se enlista dolor, debilidad muscular, parálisis, hormigueo en piernas o brazos, pérdida de sensibilidad, pérdida de fuerza en extremidades, dolor en la parte baja de la espalda, problemas con el control de esfínteres, vejiga o intestinos y fiebre.
El laboratorio no ha confirmado la filtración. Pero de ser cierta justificaría de sobra el apego al protocolo frenando los ensayos.
