Antes de empezar el review de Captain Tsubasa: Rise of New Champions, hay que aclarar que si eres fanático de los Súper Campeones, como se le conoció por estos lares, corre a comprarlo. Sí, una conclusión antes de empezar.
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Y es que el juego se plantea de tal forma que todas tus fantasías futboleras con Oliver Atom (Tsubasa, en japonés) se cumplen aquí, y de manera muy entretenida.
¿Es un juego de fútbol? Sí y no, pero vamos por partes. Se maneja como uno, es más, usa el clásico esquema de PES, donde se corre con R1 y se dispara con cuadrado, y sorprendentemente muchos de los trucos básicos de los «Winning Eleven» antiguos están aquí, como el de la marca automática, los 1-2 y todo eso. Si tuviste una infancia o adolescencia junto a esa entrega, aquí te sentirás bien cómodo.
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Ahora, siendo un título basado en una serie de animada, hay elementos de fantasía que van más allá de los gráficos incorporados al juego, como que los fouls no existen aquí, todo es brutalidad… y me encanta. Es rápido, ágil, y hasta rescata muchos elementos de los juegos de pelea.
Por ejemplo, regatear y pasarse jugadores con un solo botón suena muy simple ¿no? pues aquí se te plantea una curva de dificultad basada en el timing, que si logras dominar, estás a otro nivel. Lo mismo con la marca. Al final de cada partido, sentía que mi tipo de desgaste era más parecido al que tengo después de jugar Mortal Kombat con amigos que el de un PES o FIFA.
¿La cancha es infinita? No, pero sí es chistoso lo mucho que corren y poco que avanzan. Aún así se las arreglaron para equilibrar bien ese aspecto del juego y mantenerlo sin las «lagunas» habituales que tienen los partidos de fútbol. Aquí siempre va a estar pasando algo.
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También está el tema de los especiales, con jugadores capaces de hacer distintos tipos de tiro que se logran manteniendo apretado el botón correspondiente cierto rato, tarea que se pone cuesta arriba ya que si te quitan el balón, cosa que puede pasar a menudo en la ofensiva, se pierde todo lo «cargado». Para alivianar esto, haciendo buenas jugadas vas acumulando poder, la «V-Zone», que al llenar un indicador la activas con L2 y haces que todo el equipo sea mejor y pueda cargar más rápido los tiros y pases especiales. Cada uno va acompañado de su animación respectiva, por supuesto.
Hay que dejar muy en claro que aquí no es llegar y meter un gol, los arqueros son todos espectaculares al parecer. Debes cansarlos y dejar su medidor bajo para poder anotar. Ahí depende del jugador que tire las probabilidades de romper las defensas. Sí, de verdad es muy como un juego de peleas. De hecho en algunos cruces debes apretar rápido los botones para ganar.
Están todos los personajes que amas, escuelas y hasta países. Se te entrega una, sorprendentemente para mí, entretenida historia en la que controlas a Tsubasa y su equipo, en el camino a un tricampeonato. La segunda parte creas tu propio jugador y vas ganando stats, todo con el objetivo de llegar a una cita interplanetaria en un contexto del que no tengo permitido hablar, y está bien. Confía, es interesante, aunque como todo juego bien japonés, los momentos dedicados al texto son largos y hasta un poco tediosos. Ojo, hay cutscenes en medio de los partidos a veces, al menos en el modo historia, y suceden cosas que están completamente fuera de tu control, una vez me enojó bastante, de hecho.
No creo que sea un hit masivo este juego, pero sí es una linda carta de amor a los fanáticos de la serie, que por fin tienen un videojuego con una buena historia, buena duración y harta re jugabilidad. Tal como dije al principio, si eres fan, no te lo puedes perder.