Un grupo de científicos de la Universidad de San Luis tomaron ladrillos rojos y los convirtieron en unidades de almacenamiento de energía. Es decir, convirtieron los ladrillos en baterías.
Su trabajo fue publicado en Nature Communications, y lo lideró el profesor de química Julio D’Arcy.
De acuerdo con Slash Gear, los llamados “ladrillos inteligentes” pueden almacenar energía para alimentar los dispositivos. Los investigadores dicen que su método funciona con bloques regulares o reciclados, pero también con nuevos.
El equipo creó un recubrimiento de un polímero conductor llamado PEDOT. Está conformado por nanofibras que son capaces de penetrar en los poros internos del bloque.
Este recubrimiento de polímero permanece atrapado en el ladrillo, que sirve como una esponja de iones que almacena y conduce la electricidad. Afirman los científicos que una clave es el pigmento rojo de los ladrillos, puesto que es el óxido de hierro.
Gracias al óxido de hierro se puede desencadenar la reacción de polimerización.
Ladrillos rojos con paneles solares, combinación perfecta para luces de emergencia
Los investigadores de la Universidad de San Luis consideran que, en un futuro, los bloques se puedan conectar a los paneles solares. La finalidad: alimentar la iluminación de emergencia durante varias horas.
La pared de ladrillos serviría como súper capacitador, con la capacidad de ser recargado cientos de miles de veces en una hora.
“Con paneles solares para 50 bloques, se alimentaría una luz de emergencia por cinco horas”, señala el investigador D’Arcy. “Si conectas un par de ladrillos, los sensores microelectrónicos se alimentarán fácilmente”.