A principio de año vivo en un departamento con vista parcial a una de las avenidas más transitadas de Santiago, que por cierto, también es una de las ciudades más contaminadas del mundo. Tener una aspiradora es una necesidad.
Por un tiempo pensé que podía sobrellevar la cuarentena barriendo, o hasta con una aspiradora manual, esas de auto, para cosas puntuales. Mas no, después de unas semanas con este aparato, puedo decir -de verdad y sin exagerar- que mi calidad de vida es mejor.
Nunca había tenido uno de estos aparatos y me puse a investigar sobre cómo funcionaban y cuáles eran las mejores opciones. Hay aspiradoras robots con láseres, capaces de mapear un departamento y tal. Yo no necesito eso, porque siento que es un espacio relativamente pequeño y no me hace sentido el alto precio.
Esta máquina lo que hace es bien interesante, porque tiene 3 modos: uno zig zag, otro que se dedica a hacer bordes y uno aleatorio, donde rebota cual logo de DVD en una pantalla, pero por el piso. Sorprendentemente, este último resultó ser el más eficiente. También hay un modo de limpieza puntual, para esos desastres que se dan de vez en cuanto.
También tiene tres niveles de succión, donde el medio sirve para todo y mete muy poco ruido. Nunca me ha molestado en todos los días que la tengo programada para salir a cierta hora a hacer un recorrido.
Pensaba que salir todos los días era una exageración, pero al revisar como queda el contenedor de basura, me doy cuenta que dos humanos y un gato pueden tirar más elementos de los que uno cree, y el aire se siente mejor ahora, más ligero, es impresionante.
Antes / Después de una pasada de la aspiradora.
Sobre el ejemplo de poder de aspirado de las fotos anteriores, aquí el timelapse, donde usé el modo puntual en las cuatro esquinas para limpiarla:
Está el tema de que necesitaba algo de muy bajo perfil, para que pudiera meterse en lugares complicados y para sorpresa mía, no hay espacio de la casa donde tenga problemas, excepto con una alfombra muy peluda, donde tienda a quedarse atrapada. Todo lo demás lo maniobra con agilidad.
Me gusta que también un sistema de mopa o trapeador, donde con un estanque de agua a goteo va limpiando las superficies duras. Es lo suficientemente inteligente para saber que está en una alfombra y no mojarla. Aún así, este aparato no lo uso siempre, solo una vez a la semana y removiendo las alfombras y muebles para mayor eficiencia. No es algo «vital» pero sí un buen añadido extra. Le entrega un valor agregado a la POWERBOT-e, encima de otras en la misma gama.
Tiene su control remoto y anda bien, como además conexión WiFi y una app donde puedo manejarla y controlar todos sus parámetros, además de decirme cuántas horas de «servicio» le queda a cada accesorio.
Esta gloriosa herramienta que le ha cambiado la cara a mis días funciona en los horarios que yo establecí y al estar con batería baja vuelve sola a su estación, aunque por lo general yo la devuelvo antes, porque podría estar varias horas dando vueltas por ahí.
Este gadget es uno de mis favoritos, por lejos y siento que, tal como dije antes, mejora tu calidad de vida. Hay varias opciones allá afuera, pero que esta tenga compatibilidad dentro del ecosistema de Samsung me hizo mucho sentido. También se me hizo importante que sea de una marca reconocible, con servicio técnico y garantías confiables. Cuando hablamos de aparatos inteligentes e IOT, imagino que todo debería ser así de fácil de usar, útil e incluso necesario si vamos a pasar tanto tiempo en nuestras casas.