Un grupo de biólogos británicos, que trabajan en Argentina, estudiaron con detalle el comportamiento del cóndor que habita en los andes sudamericanos. Gracias a un dispositivo para rastrearlo, pudieron notar que esta ave puede recorrer más de 160 kilómetros sin aletear. Logra esta hazaña gracias a que se desplaza a través de las corrientes ascendentes térmicas.
El estudio fue realizado por la Universidad de Swansea, de Inglaterra y publicado en la revista PNAS. Dicha investigación fue centrada en el Vultur gryphus (nombre científico que lleva el cóndor andino). Este emplumado es considerado el más pesado del mundo, que puede volar. Entonces los expertos en la materia quisieron ser testigos de como ejerce su recorrido por los cielos con aleteo limitado.
Gracias al dispositivo que le colocaron para rastrearlo, pudieron registrar uno de sus «paseos» por la zona andina de Argentina. Específicamente en una región cercana a San Carlos de Bariloche. En el recorrido registrado, el cóndor realizó un viaje de unas cinco horas y superó los 160 kilómetros de recorrido sin un solo aleteo, reseñó el Daily Mail. Solo utilizó sus alas para batirlas en el despegue y cuando estaba cerca del suelo para aterrizar. Es decir solo el 1.3% de todo el tiempo.
El limitado esfuerzo del cóndor para volar
Gracias a las cualidades que demostró el cóndor de los andes, los científicos concluyeron que están en presencia de uno de los vertebrados que se esfuerzan menos durante sus movimientos. «Nuestros datos revelan los niveles más bajos de vuelo de aleteo registrados para cualquier ave en libertad. Los cóndores gastan notablemente el 99% de todo el tiempo de vuelo en vuelo elevado o planeador», dijo la profesora de biociencias Emily Shepard. La científica añadió que el comportamiento de estas aves se hizo en pájaros jóvenes. Es decir que no necesitan de una vida de experiencia para desarrollar esta habilidad. «Incluso las aves relativamente inexpertas operan durante horas con una necesidad mínima de aleteo», sentenció.