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Durante este fin de semana, artistas, deportistas, políticos y personalidades en general fueron víctimas de bromas por parte de los usuarios de Internet que aprovecharon una nueva actualización de FaceApp para mostrar cómo se verían con un género distinto.
La conocida aplicación de efectos faciales volvió a ser un «boom» en redes debido a la optimización de sus efectos en las fotografías.
Sin embargo, muchos olvidaron todos los peligros de filtraciones de datos en los cuales la aplicación, de origen ruso, se vio involucrado.
Amenaza rusa
A mediados del año pasado, el senador demócrata, Chuck Summer pidió al FBI y a la Comisión Federal de Comercio en Estados Unidos una investigación a la compañía detrás de FaceApp.
Desde EE.UU se tenían graves sospechas del tratamiento que la empresa rusa detrás de la aplicación, tiene con los datos privados de los usuarios y las fotos que se suben. La respuesta del FBI a dicha petición fue que a pesar de que los términos de uso de la aplicación son similares a los de otras apps de redes sociales, igual se consideraba una amenaza.
Según informó el FBI, FaceApp almacena las fotos de los usuarios durante 48 horas en sus servidores. Los creadores de la aplicación confirmaron en su momento que
tiene servidores en Estados Unidos, Australia, Irlanda y Singapur, pero aclararon que no transmiten en ningún momento información a servidores en Rusia.
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Yaroslav Goncharov, creador de FaceApp y CEO de Wireless Lab, señaló en un comunicado que «todas las funciones de FaceApp están disponibles sin iniciar sesión, y puede iniciar sesión solo desde la pantalla de configuración. Como resultado, el 99% de los usuarios no inicia sesión; por lo tanto, no tenemos acceso a ningún dato que pueda identificar a una persona».
Agregó: «No vendemos ni compartimos ningún dato del usuario con terceros (…)Aunque el equipo central de I + D se encuentra en Rusia, los datos del usuario no se transfieren a Rusia».
