Durante esta pandemia global por el Coronavirus Covid-19 han surgido múltiples confusiones sobre qué medidas son efectivas o no para prevenir algún contagio.
Conforme avanza el tiempo parece que algunas de las medidas rechazadas por las autoridades de algunos países en realidad correspondían a una intención política más que médica.
Bajo ese tenor uno de los temas más discutidos y controvertidos durante todo este tiempo ha sido la efectividad real del uso de protectores faciales, cubrebocas y la imposición de distancia física entre personas.
Por fortuna tenemos a la ciencia para aclarar todo este embrollo y una investigación internacional publicada ahora por The Lancet viene a constatar que sí: las tres medidas son bastante efectivas, sobre todo si se aplican en conjunto.
Las tres medidas clave
El proyecto, coordinado por la Universidad McMaster en Canadá recopiló y analizó los datos de 172 estudios observacionales realizados en 16 países distintos. En todos ellos se evaluaban distintos aspectos de alguna de estas tres categorías:
- Efectividad de medidas de distancia física.
- Efectividad de máscaras faciales o cubrebocas.
- Efectividades de lentes o accesorios de protección ocular.
Al analizar toda la información se sumaron más de 25 mil participantes. Todos partieron de la misma perspectiva. En donde el Coronavirus Covid-19 se transmite principalmente mediante gotas respiratorias.
Dichas gotas son expulsadas a niveles microscópicos pero peligrosos cuando una persona tose, habla fuerte o estornuda. Lo que abre la posibilidad de que el SARS-CoV-2 entre en contacto con ojos, nariz o boca.
Pero al usar estos accesorios y la medida de una prudente distancia física con los demás se encontraron hallazgos importantes:
- Mantenerse a un metro de distancia de las personas reduce en un 97,4% el riesgo de entrar en contacto con el coronavirus.
- Utilizar protectores faciales, gafas y anteojos reduce a sólo un 6% el riesgo de posibilidad de contagio.
- Usar mascarillas faciales o cubrebocas baja a un 7% el peligro de contraer el SARS-CoV-2 por contacto con saliva.
En resumen y conclusión, utilizar las tres medidas blindan al máximo nuestra protección contra este virus.