El mundo se encuentra inmerso en un montón de cambios a un ritmo acelerado. La comunidad científica no es la excepción al compás de este ritmo y tenemos que hay una dispersión absoluta de proyecto para entender cada materia.
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Mientras que por un lado algunos grupos trabajan en el desarrollo de un tratamiento médico efectivo contra el Coronavirus Covid-19, otros aún pelean por comprender la Materia Visible y la Materia Oscura.
En ambos terrenos ha habido avances interesantes. Pero este último tema involucraba un enredo tal vez aún mayor. Ya que incluso dentro del terreno de la materia visible era imposible ver y medir con certeza la Materia Bariónica que hay en el universo.
Aproximadamente un 5% del universo estaría compuesto por materia visible, ese era el consenso general que se había logrado más o menos durante las últimas tres décadas de investigación.
Un nuevo método
Pero esto ha venido a cambiar un poco gracias a una investigación de la Universidad de Curtin, en donde idearon un nuevo método, basado en tratar las Ráfagas Rápidas de Ondas de Radio (FBR) como «estaciones de medición».
Para lograrlo utilizaron el instrumento CSIRO del radiotelescopio ASKAP, en Australia. Con él midieron la dispersión de las ráfagas FBR, calculando la distancia a la que se originaban las ráfagas y a partir de ahí midieron la densidad de la materia bariónica en el universo.
Todo gracias a que la materia bariónica puede ser observable cuando es parte de formaciones espaciales como grandes nubes de gas, y las FBR fueron así el medio idóneo para este método.
Los detalles del proyecto están explicados a mayor profundidad en la última edición de Nature.