Se viven tiempos turbulentos y llenos de incertidumbre en el mundo. La pandemia por el Coronavirus Covid-19 sigue su aplastante trayectoria global. A la par que Estados Unidos cruza por jornadas violentas de protestas por un crimen racial. Y justo a esa ecuación ayer se sumó Anonymous.
Las redes sociales, principalmente Twitter, reventaron ayer con un montón de hilos, publicaciones y supuestas imágenes de las filtraciones recién realizadas, en teoría, por el grupo hacktivista.
Entre toda la información que circuló tal vez la más reiterada fue la afirmación de que acababan de demostrar que la muerte de la Princesa Diana de Gales, Lady Di, había sido planificada como parte de un complot para ocultar una supuesta red de pederastas donde la familia real estaba involucrada.
La realidad es que todo sería mucho más complejo y menos inmediato de lo que se dijo ayer en redes. Casi todas las afirmaciones parten de hilos en Twitter donde se mezclaron filtraciones de años pasados con algunas reafirmaciones contra Jeffrey Epstein que terminaron mezclando todo.
El origen de todo: julio de 2019
Pero en sí, el punto más concreto sobre alguna revelación en torno a la muerte de la Princesa Diana ayer 31 de mayo de 2020 sucedió en la cuenta oficial de Anonymous en Twitter, @YourAnonCentral.
En donde contestaron a una pregunta de un usuario, remitiendo a una filtración previa de julio de 2019, realizada desde su otra cuenta de @OpDeathEaters:
Esta información hace un año fue retomada por algunos medios, y Anonymous la avaló en sus cuentas oficiales. Pero no tuvo el nivel de resonancia que logró ayer. En donde la cadena de distorsión llegó a vincular todo directamente con Donald Trump y Jeffrey Epstein en algunas publicaciones.
A grandes rasgos se afirma que Diana habría tenido una pieza de evidencia valiosa, un testimonio en video de una víctima de violación.
Era un caso que en teoría involucraba directamente a miembros de la familia Real de Inglaterra. El criminal habría sido un colaborador cercano del Príncipe Carlos; y se sugiere que esa pieza de evidencia, ahora desparecida podría haber sido el móvil de su muerte.
Pero no hay una vinculación directa con Trump, Epstein, ni las protestas contra George Floyd.