¿Como se originó el coronavirus? ¿Nació de un mercado clandestino de especies? ¿El paciente cero lo contrajo al comer una sopa de murcielago? Estas interrogantes son puestas en duda por el gobierno de los Estados Unidos. La administración que lidera Donald Trump desenfundó su dedo indice y señaló al Instituto de Virología de Wuham, en China. En consecuencia, todos los ojos del planeta vuelcan su mirada hacia este laboratorio.
PUBLICIDAD
El centro de estudio fue fundado en 1956 con el nombre de Laboratorio de Microbiología de Wuham. Siempre bajo la tutela de la Academia de Ciencias de China. Después, a lo largo de los años, cambió de nombre y administración. Hasta que en el 2003 recibió la autorización para implementar ciertas modificaciones y convertirse en un laboratorio de bioseguridad nivel 4.
Desde el 2003 hasta el 2015, que completó su proceso de conversión, atravesó varios inconvenientes de inversión y problemas de relaciones bilaterales entre China y Francia. Pero al final, con una inversión de 44 millones de dólares, se pudo completar la fase que hoy se conoce.
En la actualidad, en este centro de investigación se estudian algunos de los patógenos más peligrosos del planeta. De este laboratorio fue que salió la conclusión que el COVID-19, tiene un 96 % de origen del murciélago. Sin embargo, los lideres norteamericanos aseguran que el virus se propagó desde este centro. Es decir niegan la afirmación de que se comenzó a esparcir desde el mercado antes mencionado. Según palabras del secretario de estado de USA, Mike Pompeo, el gobierno estadounidense tiene «una enorme cantidad de pruebas».
¿Qué guardan las paredes de este laboratorio?
Dentro de este gran edificio en Wuham hay un laboratorio de bioseguridad nivel 4, o P4. Llamado de esta manera por el nivel de patología, que según el número indicado, es de las más peligrosas. Por ejemplo, estos laboratorios están habilitados para estudiar el Ébola. Según reseñó el portal Emol en el mundo hay alrededor de 30 laboratorios de este tipo. Además hay también instalaciones P3, en las que se estudian virus menos peligrosos como el coronavirus.
A estas alturas será difícil de conocer si existió una fuga de este virus en el laboratorio de Wuham. Pero la embajada de los Estados Unidos en Beijin dijo que alertó en el 2018 al gobierno de Trump que las medidas de seguridad, en el centro de virología, eran insuficientes.