No hay duda para muchos. El Samsung Galaxy S7 Edge y el Samsung Galaxy S7 fueron dos terminales admirables y muy destacados para su generación.
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Lanzados durante la primera semana de abril de 2016 estos modelos se destacaron por robustecer aún más la dinastía de esta gama alta y en su momento fueron terminales muy populares.
Muchas cosas han sucedido con Samsung desde entonces, algunas buenas otras controversiales. Pero lo cierto es que han mejorado considerablemente el proceso de cuidado a las actualizaciones del sistema operativo de sus smartphones.
De hecho, el Galaxy S7 Edge y su modelo base fueron los primeros en ser beneficiarios de su ahora distintiva política de cuatro años de actualizaciones garantizadas.
Por desgracia los ciclos deben de cumplirse, y ambos modelos acaban de terminar con ese plazo de cobertura. Por lo que técnicamente ya no recibirán más mejoras y por ende su ciclo de vida ha finalizado.
Esto no quiere decir que el Galaxy S7 Edge sea un objeto para tirar a la basura a partir de ya. Sino que en el futuro tu smartphone seguirá funcionando con lo que tiene instalado y actualizado. No más.
Para utilizar una versión más reciente de Android sería necesario adquirir un smartphone de modelo reciente. Pero fuera de ello el Galaxy S7 seguirá siendo tan potente y atractivo como siempre ha sido.