Recordamos cómo hace un par de años cargar la batería de nuestros celulares podía ser un verdadero dolor de cabeza. En algunos casos era un proceso que podría tomar de dos a casi tres horas.
Por fortuna en tan sólo un par de años la tecnología de carga rápida se ha instaurado como el nuevo referente estándar en la industria. Con rangos de carga que circundan los 65W los tiempos se han reducido considerablemente.
Sin embargo no todo es perfecto, ya que la carga rápida también sería un elemento que recorta la vida útil de la batería de nuestros celulares.
Así lo reveló una investigación científica desarrollada por la Universidad de Purdue. El proyecto, a pesar de haber sido publicado en junio de 2019 no ha provocado gran resonancia en el sector. Aunque los hallazgos dan mucho material de qué hablar.
Básicamente la investigación concluye que la carga rápida en realidad desgasta más rápido las baterías debido a que su sistema integra electrodos más robustos en las baterías que poseen una velocidad de carga más alta.
Entonces el flujo de los electrones acelerados puede impactar eventualmente en el desempeño de los ciclos de carga de la batería. Mismos que normalmente se expanden a lo largo de mil rondas completas antes de dejar de funcionar. Lo que equivaldría a cerca de tres años de vida útil.
Esto quiere decir que el tiempo de carga y la duración de la batería antes de requerir conectarse nuevamente al cargador se verían afectados. Aunque la pila seguirá durando tres años en promedio.
¿Se puede hacer algo para evitar esto y seguir disfrutando de los beneficios de la carga rápida? no. Sólo disfrutarlo mientras funcione bien.
