Una ciudad en China quiere lanzar una luna artificial en órbita para 2020 como una forma de reducir las necesidades de energía al reemplazar la luz de la calle con luz de luna artificial.
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La ciudad que posiblemente sea iluminada con una segunda luna artificial es Chengdu.
Los funcionarios de esta ciudad anunciaron sus planes para construir una luna artificial, lanzándola para brillar en el firmamento de la capital de la provincia de Sichuan para el año 2020, informó el sitio de noticias chino People’s Daily Online (DOP).
Esta “nueva luna” será ocho veces más brillante que nuestro satélite natural, Wu Chunfeng, presidente del Instituto de Investigación del Sistema de Microelectrónica para la Ciencia y Tecnología Aeroespacial de Chengdu Co., explicó las razones principales de este proyecto.
Ahorro para los faroles
“Se espera que la luz de la luna artificial ahorre dinero a la ciudad al eliminar la necesidad de faroles, ya que se espera que este astro artificial sea capaz de iluminar un área de hasta 80 kilómetros de diámetro”, de acuerdo con el sitio de noticias chino DOP.
No es la primera vez que un país ha tratado de eclipsar a la luna. Un proyecto similar fue presentado en Rusia en la década de 1990, con el lanzamiento de un sistema de reflexión solar, un “espejo espacial”, destinado a producir una luz “equivalente a entre tres y cinco lunas llenas” que cubre un área de aproximadamente 5 kilómetros en de diámetro.
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Dos lunas ¿qué pasaría?
Expertos aseguran que la presencia de una segunda luna podría generar movimientos violentos en el océano.
La segunda luna amplificaría dicho fenómeno causando mareas altas que serían 6 veces más altas, erosionando las costas e inundando muchas de las ciudades más grandes de nuestro mundo, incluyendo: Nueva York, Singapur y Londres.
Pero no toda la destrucción sucedería en la Tierra. La atracción combinada del planeta y la luna original también tiraría de la segunda luna.
La segunda luna quedaría atrapada en un tira y afloja entre la Tierra y la luna original. La atracción gravitacional hacia adelante y hacia atrás desde ambos extremos deformaría la superficie de la segunda luna provocando una tremenda actividad volcánica.
Choques con la Tierra
Al mismo tiempo, la segunda luna tiraría de la Tierra ralentizando la rotación del planeta. Lo que en realidad alarga nuestros días en alrededor de 1 segundo cada 40,000 años. Puede que no parezca mucho, pero con dos lunas en su lugar aceleraría aún más este proceso.
Asimismo, después de millones de años, las dos lunas colisionarían. El impacto sería tan masivo que destrozaría el núcleo de ambos satélites. La lava brotaría de su centro, como un huevo que gotea en el espacio. Proyectando una vívida luz roja en el cielo de la Tierra.
Mientras tanto, los escombros se precipitarían en todas las direcciones, donde parte de ellos inevitablemente golpearía la Tierra, formando cráteres masivos de kilómetros de ancho.